Compartí esta nota
"Si amas a alguien, déjalo libre" reza el refrán. Sin embargo, el corazón de Esperanza (Espósito) "no puede soltar" al Padre Tomás (Martínez). Su amor es capaz de superar cualquier barrera. Pero hay un obstáculo real que ya no puede zanjar. La vocación religiosa de su amado cura parece estar por encima de cualquier sentimiento terrenal.
Ante la imposibilidad de concretar su sueño más profundo, decide entonces “abrazar” la misma causa que Tomás: unirse a Dios (que es como tender un lazo permanente e indisoluble con el hombre del cual se enamoró).
A pesar de los intentos de Clara (Toscano) para que desista de la idea, finalmente Esperanza decide consagrarse como novicia. Y el propio Tomás será quien le otorgue la bendición.
¿Podrá la joven dejar atrás el pasado para vivir un presente (y futuro) cercano a la divinidad?.
