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Las pruebas han determinado que la cantante - a la que se encontró muerta en su casa de Camden, al norte de Londres, el 23 de julio pasado - tenía restos de alcohol en su cuerpo en el momento de su muerte pero no se sabe si eso pudo contribuir a su fallecimiento.
Un comunicado difundido este martes por la familia señala: "Los resultados de las pruebas toxicológicas aportadas por la policía a la familia Winehouse han confirmado que no había sustancias ilegales en el sistema de Amy en el momento de su fallecimiento. Los resultados indican que sí que había alcohol pero no se puede determinar si influyó o no en su muerte.
"La familia quiere agradecer a la policía y al juez de instrucción su continúa y exhaustiva investigación, y el haberles mantenido en todo momento informados. Se esperan los resultados de la investigación para octubre".
El 25 de julio se hizo una autopsia al cadáver para esclarecer qué había ocasionado su muerte, pero no hubo resultados concluyentes.
Algunas informaciones habían sugerido que el fallecimiento de la estrella de 27 años había podido ser causado por haber dejado el alcohol tras años de ingesta masiva.
