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Gustavo Guillén tenía 57 años y murió durante una operación, tras ser intervenido por segunda vez quirúgicamente, a raíz de un cáncer, a fin de terminar de eliminar el tumor. Su partida dejó un shock en el medio que lo vio ser parte de grandes éxitos con una trayectoria indiscutida de 30 años. El actor no estaba pasando por un buen momento de salud, ni económico y todo ello venía agravado con la cuarentena. Esta mañana, se conocieron audios del fallecido, a través de Nosotros a la Mañana (El trece), sobre una conversación que el artista había tenido con una amiga íntima por whatsapp la semana pasada.
"Yo estoy mejor, ayer vino el médico y me hizo todo un chequeo completo, descubrió que tengo una faringitis, eso es lo que me estaba provocando la fiebre", se escuchaba en el audio la voz del actor, que le explicaba a su amiga la complicación que le había surgido antes de operarse por segunda vez para erradicar el cáncer y sumó: "Hoy me tuve que hacer un hisopado y rezar que de negativo; no tuve contacto con nada ni nadie, no me pude haber contagiado. Me lo hicieron rápido y tengo que esperar cuatro días, esto me retrasa la intervención de la operación pero confío plenamente en que va a dar negativo y que solo se trata de una faringitis. Me van a traer desde la farmacia amoxilina, y una vez que constatemos que eso de negativo, reprogramamos la operación. En estos cuatro días, por lo pronto, tiene que bajar la inflamación de esta faringitis".
Luego de hacerse el chequeo para descartar posibilidad de COVID-19 en su organismo y proceder a operarse, el actor finalmente fue intervenido por segunda vez en el quirófano, aunque esta vez, su cuerpo no resistió. Sin embargo, tal como destacó Tomás Dente el actor no estaba pasando por buenos momentos antes de fallecer y esto quedó constatado con el archivo de esos audios privados a su amiga en el que le decía: "Quiero salir de este quilombo, no puedo más, estoy muy agotado y no me queda otra más que esperar. Esperemos que de negativo, tendría muy mala leche si de repente me da positivo, tener que esperar 14 o 20 días más para que pase eso y después operarme, sería tremendo".
Ese "quilombo" del que hablaba, en parte venía a cuentas de lo que recita la célebre frase de Fidel Pintos sobre la carrera de los actores, que es tan oscilante en términos de éxito y facturación. "El actor un día come faisán y al otro día se come las plumas"; es decir, que hay tiempos en los que tienen un pico de buena racha, seguidilla de trabajos y satisfacciones y otros donde no se asoma un contrato, ni un billete ni con esfuerzos.
Esto mismo, parecía sucederle en estos últimos a Guillén, quien en sus últimos audios a su íntima amiga había manifestado su preocupación económica: "No te digo que estoy tan apretado ahora , pero llegado el momento recurriré a gente amiga que me pueda dar una mano. Podríamos sino ir con algún un vivo en Instagram pedir presupuesto para la misión, rescatamos un billete ahí , me vendría bárbaro".
Recordemos que, además del bolsillo ajustado y la preocupación que ello arrastra, el actor estaba separado de su última mujer, una bailarina con la que tuvo a su hijo Pedro de 3 años, quien lo acusó de violencia psicológica y física que el desmintió y la ausencia de su ex pareja lo tenía cargando varias tristezas. Además, no podía ver a su madre y la incertidumbre que viene con la cuarentena lo tenía muy angustiado.
Guillén será recordado por ser el galán que intervino en diversas ficciones argentinas como Chiquititas, La niñera, Casados con Hijos, Perla Negra, Muñeca Brava, entre otras producciones nacionales, que fueron testigos de su desarrollo artístico y la posterior locura de sus fanáticas por él. Los últimos tiempos, se encontraba realizando radio en La Plata, clases actorales y peleando la realidad del día a día, pese a las complicaciones.
Frente a la trágica noticia, su amiga y colega uruguaya Abigail Pereyra que lo acompañó en el 2007 en el Bailando, entre lágrimas desconsoladas en diálogo con Nosotros a la mañana aseguró: "Para mi Gustavo era mi amigo y mi confidente . Hace poco estábamos hablando como siempre. Él preocupado por como estaba yo, porque había tenido síntomas cuando comenzó esta locura. Era una persona maravillosa y de esas que entran a tu vida para cambiarla de una forma positiva". ¡QEPD!
A.A