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El 4 de diciembre, Santiago del Moro dio inicio a la séptima gala de eliminación de Gran Hermano (Telefe) y quien abandonó la casa fue María Laura Álvarez, "La Cata", tras enfrentarse a Daniela, quien sacó el 42.20% de los votos. En esa línea fue que las redes sociales estallaron con los memes debido a que el público esperaba que el eliminado de la semana fuera Nacho o, en su defecto, Daniela.
Cata, la jugadora silenciosa que fue ganándose el "odio" del público con sus acciones quedó fuera de la casa con el 52.80%. Previamente, Alfa fue salvado con el 3.17% voto del público y Nacho con el 24.01%.
Quién es María Laura Álvarez, la última eliminada de Gran Hermano
María Laura Álvarez tiene 40 años, se crió en Belén, Catamarca, pero actualmente vive en Paraná con su hija Isabella -de 9 años- y su novia. "Ella tiene dos mamás”, comenzó relatando en su presentación en Gran Hermano. “A mi nueva novia la conocí jugando al fútbol, y era la pareja del entrenador. Después de eso me sacó del equipo”, contó y su caso llamó poderosamente la atención, y hasta se posicionó como una de las favoritas.
Cata, primero, formó equipo con Lucila, Maxi, Juliana y Alexis. Sin embargo, se ubicó dentro de la casa de Gran Hermano como "la madre del grupo" y todos la buscaban para conversar. Como estratega, Cata agarraba el mate y compartía estas charlas con todos. De esta forma, conocía bien a cada uno de sus compañeros de juego. Pero con el pasar de los días, su juego, para el público, se desvirtuó, y acercarse a Los Monitos fue su debacle.
Se fue de la casa considerada como "lleva y trae" y "meter fichas", buscando generar discordia entre sus compañeros. Y sus comentarios sobre Coti y la sexualidad de Agustín, por ejemplo, terminaron por dinamitar la visión que la gente tenía de ella en la casa de Gran Hermano.