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Gladys Mancini, presidenta de la sociedad a la que le pertenece la casa de Héctor Ricardo García que Anabela Ascar reclama como parte de la herencia tras su muerte, le hizo un fuerte reclamo a la ex conductora de Crónica TV respecto al cuerpo del periodista fallecido.
Sentada en el estudio de Intrusos (América), Mancini volvió a cuestionar duramente a Ascar, asegurando que entre ella y García no había amor, sino un “gran cariño”, y que en el mayor momento de éxito de la periodista –cuando su programa tenía mucha repercusión gracias a personajes mediáticos como Zulma Lobato y Amigacho- la pareja estaba peleada y separada.
La socia del fundador del diario Crónica indicó que Ascar engañaba a su pareja “escapándose durante la noche” en reiteradas ocasiones para ver a Alberto Rodríguez Saá, con quien se lo vinculó años atrás a través de un tremendo rumor por el que estalló de furia el día lunes cuando Fernanda Iglesias se lo recordó durante una entrevista.
¿Viste dónde lo metió?
Mancini explicó que “las escapadas nocturnas” de Anabela sucedieron hasta que Héctor decidió cambiarle la cerradura a su casa, y que el regreso de la periodista a esa vivienda se produjo cuando falleció su perra, Dominga. “Eso fue dramático. Vino con la perrita para enterrarla en el parque y ella le dijo que no quería irse porque se iba a sentir muy sola, y él la terminó dejando que se quede”, reveló.
Cuando Jorge Rial le remarcó a la invitada del programa que Anabela cuidó durante muchos años a García y que fue ella quien pagó el velatorio y entierro, Mancini expuso un duro reclamo por el sitio en el que descansan los restos de su socio.
“¿Viste dónde lo metió? ¡En un nichito en Chacarita! ¡A Héctor Ricardo García!”, expresó indignada para sostener que desde su punto de vista, el periodista merecía otra clase de tumba.
Sin embargo, la panelista Marcela Tauro le dijo a Mancini que ni siquiera se presentó a brindarle un último adiós a García, pero ella contesó que se enteró de la muerte un día después de que haya ocurrido, y que además, Ascar no la dejó ingresar a la ceremonia.
De esta manera, quien fue la socia del legendario periodista se mostró dolida por no poder haberlo despedido, y sugirió que su cuerpo debería descansar en otro establecimiento que no sea el cementerio de 95 hectáreas ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en donde reposan los restos de otras personalidades destacadas de la historia del país, como por ejemplo, Gustavo Cerati, Oscar Ringo Bonavena, Bernardo Houssay y María Elena Walsh, entre muchos otros.
L.L.
