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Miles de aficionados presenciaron este miércoles el cortejo fúnebre de Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal, en su ciudad natal de Birmingham, Inglaterra, antes de un sepelio en la intimidad.
Al frente, un coche fúnebre negro transportaba el ataúd del líder de Black Sabbath, fallecido a los 76 años, cubierto de flores rosas que formaban el nombre "Ozzy". La procesión se detuvo frente al "Black Sabbath Bridge", donde la familia del cantante, incluida su esposa Sharon, depositó flores.
Llorando y con la cabeza gacha, Sharon iba acompañada de sus tres hijos, Aimee, Jack y Kelly, y saludó a la multitud que coreaba el nombre del cantante.


El puente "Black Sabbath Bridge", sobre el que hay un banco con los rostros de los cuatro miembros de la banda, está cubierto desde el anuncio del fallecimiento de la estrella con una montaña de ramos de flores, globos y mensajes dejados por numerosos admiradores.
En las inmediaciones, en los pubs donde se concentraron los admiradores del artista se escuchaba la música de Black Sabbath a pleno volumen. Muchos de los fans vestían de negro y llevaban camisetas o chaquetas con la imagen del "Príncipe de las Tinieblas".

El cortejo recorrió Broad Street, donde las aceras están decoradas con estrellas que llevan los nombres de figuras destacadas de la ciudad —entre ellas Ozzy Osbourne—, al estilo del Paseo de la Fama de Hollywood. Para quienes no pudieron asistir, el evento fue transmitido en directo por internet.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando Sharon, eterno amor de Ozzy, hizo con su mano el emblemático saludo del "Príncipe de las Tinieblas".

Ozzy Osbourne padecía la enfermedad de Parkinson desde 2009. Muy debilitado, ofreció su último concierto el 5 de julio en Birmingham, junto a sus compañeros de Black Sabbath, ante decenas de miles de aficionados de todo el mundo.
"Ozzy fue más que una leyenda de la música, fue un hijo de Birmingham. Para la ciudad era importante rendirle un homenaje digno", declaró el martes su alcalde, Zafar Iqbal.
Tras este último homenaje, la estrella debía ser enterrada en la intimidad, en presencia de artistas como Elton John o James Hetfield, del grupo Metallica, según el tabloide The Sun.

Black Sabbath, fundada en 1968, tuvo un enorme éxito comercial en las décadas de 1970 y 1980 y llegaron a vender más de 75 millones de álbumes en todo el mundo. El grupo ingresó en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2006 y Osbourne fue incluido por segunda vez el año pasado como solista.
Osbourne fue reconocido por su talento musical, pero también forjó su fama con su comportamiento extravagante, muchas veces atizado por el consumo excesivo de drogas y alcohol.
Una de sus actuaciones más recordadas se remonta a 1982, cuando durante un concierto en Des Moines, en Estados Unidos, le arrancó la cabeza de un mordisco a un murciélago en el escenario. Osbourne relató que pensó que un seguidor le había lanzado un murciélago de goma al escenario, y que no se dio cuenta de que era un animal de verdad hasta que le dio un mordisco.