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Camila Lattanzio y Romina Uhrig tuvieron varios conflictos en las últimas semanas de Gran Hermano, aunque todo comenzó por la relación de amistad que Camila creó con Alfa antes de que fuera eliminado, las rispideces no cesaron y al momento de realizar la última nominación la rubia destrozó a la ex política.
Durísima y directamente al hueso, Camila le dio sus primeros dos votos a Romina e hizo la explicación más extensa de la noche para argumentar su voto: "Cuando vino la familia me faltó el respeto adelante de todos diciendo que era 'una enfermita que tomaba pastillas' por mi personalidad. Después quiso ensuciar a mi hermana por una mermelada y dije: 'ya está'. Marcando un límite, no hay vuelta atrás. No quise compartir más ni un mate con ella", expresó.
Romina fue muy criticada en las redes sociales por comentarios sobre el peso de sus propias hijas. Camila se agarró de eso y añadió: "No me gustan sus comentarios sobre el cuerpo, juzga si alguien es muy flaquito o gordito... si opina así de su familia, qué podría decir de mi. Yo tuve problemas con eso en el pasado".
La explicación que dio se hizo demasiado extensa para la nominación que estaba siendo transmitida en vivo, entonces Gran Hermano tuvo que decirle que redondee, porque el tiempo se acababa, Camila agrego: "Se rio de mi cuando me dieron el piano por la cara de concentración que hacía, me dijo que era tibia y también que no tenía ovarios. Después, cuando pasó lo de Alfa, la discusión entre ellos, quedé en el medio porque Alfa me cae muy bien y ella me caía bien también, pero aprovechó la situación para hacerme sentir mal", concluyó Camila, quien dio a entender que no hay vuelta atrás en su relación ya que esta cansada, según ella, de la mala leche de Romina.
A.A
