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En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, en una entrevista con Moskita Muerta, Osvaldo Laport reveló cuál es el temor que lo hace dudar ante la propuesta de Ideas del Sur para formar parte de Bailando por un Sueño.
“Mis miedos pasan por lo mediático”, dijo en referencia a posibles peleas con los integrantes del jurado. Incluso, bromeó sobre posibles cruces con Soledad Silveyra: “Yo soy charrúa y de puñal en la boca”.
Señaló que la chance de ir a Showmatch surgió como “una bola de nieve a través de los medios” y reconoció que conversa habitualmente con el Chato Prada, ya que coincide con el productor de Ideas del Sur en Villa Carlos Paz, donde realiza la obra “Enredados”.
Sin embargo, aclaró que no hay nada concreto para sumarse al certamen que conduce Marcelo Tinelli. “Ojalá, lo no sé. Mis miedos pasan por otro lado”, subrayó.
Al mismo tiempo, recordó que “he conversado en varias oportunidades otros años” y contó que “hemos tenido unos vinos y unos asados con el Chato (Prada) y con Fede (Hoppe) en casa”.
Incluso, informó que “en una de las oportunidades, Laurita Fernández estaba casi cerrada como mi partenaire”. “Qué curioso: ahora trabajamos juntos y nos llevamos muy bien”, añadió.
Por otro lado, se refirió a su presente actoral haciendo temporada en Villa Carlos Paz: “Es extremadamente interesante. Ojalá todos mis colegas que no han tenido esta oportunidad lo puedan vivir. Es única esta cosa de trasgredir y romper la cuarta pared para los que tenemos otro tipo de tránsito en el arte de la expresión. Ahora creo que me tienen que parar porque dialogo mucho con el público”.
“Confieso que me divierto muchísimo con cada uno de los personajes. En cada función juego e invento cosas. Obviamente, es muy cansador, pero estoy feliz”, concluyó.
Por último, Laport dio su opinión sobre la presencia de latas extranjeras en la televisión argentina: “Defiendo nuestra fuente de laburo y deseo que haya más ficción, pero también sé que no puedo ser demasiado egoísta porque a mí me abrieron mucho las puertas en el exterior. Que haya una o dos ficciones extranjeras me parece también una manera de devolver lo que hemos recibido de afuera”.
