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Semanario encontró a María Laura y María Eugenia (54), dos de las Trillizas de Oro, en el Hotel Llao Llao de Bariloche, en el marco del evento benéfico para el Hospital Austral donde ellas organizaron un Torneo de Golf y una cena de Gala, y en cuyo spa se animaron a dejarse fotografiar en bikini.
"Emilia está en Miami con su marido en un torneo de Polo y no pudo viajar. Pero las tres estamos comprometidas con ProSALUD, la fundación que ayuda al Austral y de la cual somos madrinas y presidentas", explican las "mellizas", que llegaron a la ciudad de Río Negro en el marco del evento solidario, del que también participaron The Beetups, la banda Wanwik y el periodista Fernando Prensa.
"La gente cree que estamos todo el tiempo pegoteadas, pero tenemos nuestras vidas y nos juntamos para actuar o para eventos. Las Trillizas están más juntas que nunca, no te dejes engañar por la imagen doble de hoy. Las tres estamos casadas con polistas, y la vida de ellos es muy complicada", cuenta Eugenia.
Casadas hace más de 33 años, madres y abuelas, las Trillizas fueron pioneras en unir el mundo del espectáculo con el deporte, y son voz autorizada para analizar el fenómeno que desde hace unos años se viene gestando en la farándula, donde modelos y vedettes forman pareja con deportistas para luego separarse a los pocos meses.
"Mirá, las cosas cambiaron mucho desde nuestra época, no sé si para mejor o peor, pero cambiaron. Lo nuestro fue casualidad –relata Laura–. Eugenia conoció a su marido en España y las otras dos lo jodimos a su novio hasta que nos presentó otros amigos que después fueron nuestros maridos. Por lógica, un polista tiene amigos polistas, por eso nos casamos las tres igual", agrega.
"No podemos decir que nosotros nos casamos por amor y las de ahora no. Hay de todo en la vida. Están las que se casan por amor y las que lo hacen por conveniencia. Nosotras ya éramos famosas cuando nos casamos, no buscábamos ni fama ni dinero, siempre trabajamos muy bien acá y en Europa. Además, no estás 33 años con alguien y tenés hijos y nietos si no hay amor. En todos los sectores sociales hay gente que hace cosas por conveniencia, no sólo en el espectáculo", añade Eugenia.
"Igual, no sé qué prensa buscan –interrumpe Laura–. Casarse, tener hijos y después separarse y que se entere todo el mundo no es una promoción muy feliz".
–¿Es difícil estar casadas con deportistas?
–Es difícil estar casadas más de 30 años. Todos los días pasan cosas, la vida no es fácil para nadie, y con los deportistas está el plus de que viajan mucho y hay que seguirlos. Nosotras priorizamos nuestras familias, otras la profesión, y no está mal tampoco. Son elecciones de vida.
Fotos: Revista Semanario
