viernes 26 de abril del 2024
OPINIóN 02-09-2019 21:20

Más tontos que polis de ATAV

El salto de dos años sumó blancos en la trama de Argentina, Tierra de Amor y Venganza, y la escena de la liberación de Bruno causó mas risa que suspenso. Igual, ¡está buenisima! Escuchá el audio de Radio Perfil.

Bueno, finalmente pasaron los dos años prometidos en Argentina, tierra de amor y venganza y es como que todo vuelve a empezar. Los malos cobraron fuerza, los buenos se posicionaron en otro lugar y a barajar y dar de nuevo en la telenovela éxito de la televisión argentina. Que me encanta y lo saben... Ahora, ojo con los descuidos y las flojeras del guion porque dejamos la primera parte en 1938 con errores como el permitir que a Torcuato Ferreyra (Benjamín Vicuña) se le vieran las zapatillas deportivas de la famosa marca que empieza con N y que en esa época no existían y comenzamos la segunda, en 1940, con una escena tan inversosímil como el tiroteo que los amigos de Bruno (Albert Baró) protagonizaron con el camión que trasladaba a los presos y que amerita un # del tipo # mastontosqueloscanasdeAtav.

Por más ficción que sea, podrían haberle puesto un poco más de imaginación al ataque de distracción porque al menos yo me maté de risa en vez de comerme las uñas. Todos tiroteándose con todos delante del camión mientras atrás pasaban cosas: uno de la banda, Lowenstein (Gastón Cocchiarale), abre la puerta, le saca las esposas a Bruno, pone a su amigo Alambre (Fausto Bengoechea) en su lugar, lo esposa, saca a Bruno, ¡que hasta tiene tiempo de darle las gracias al sacrificado Alambre! para después irse con Lowesntein, quien además cierra la puerta del camión prolijamente como si aquí no hubiera psado nada. Otra de la primera parte: la de la escena de las cartas de Lidia (Minerva Casero), es decir la hermana de Lucía (Delfina Chaves), y un falso Bruno: me van a decir que Lucía no conoce aún la letra de Bruno después de tantas esquelas que se mandaron desde que empezó la tira. ¡La letra, nena, la letra, que a Torcuato algo se le escapó y fue pedirle al malvado que contrató para su trampa que imitara la caligrafía de su archienemigo! Y una más y no jodemos más: si ya vimos que Bruno, después de estar dos años preso se entera recién al escaparse que Lucía tiene un hijo, ¡¿me vas a decir que ninguno de la banda en sus visitas a la cárcel le dijo “che, Lucia está esperando un bebé, eh...”?! ¡Qué malditos!

Sí, son solo detalles y es una ficción, pero restan... Igual, ¡aguante ATAV, que Lucía en este tiempo descubrió la verdad (no voy a decirles quién se la contó) y al fin se despabila y está tramando su propio plan para ser ella quien destruya al reverendo hijo de la maldad, Torcuato Ferreyra. ¡Que así sea!

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