Compartí esta nota
Y una noche, fría y destemplada, APTRA dio a luz al primogénito Martín Fierro de la Moda, una iniciativa gestada bajo la mirada de recelo de muchos. Pero, con vecinos y hasta familiares en contra, nació, y anoche, en el hermoso Tattersal de Palermo, el gaucho más famoso de la Argentina esta vez sí se puso sus mejores galas porque allí no había lugar para desentonar. Y quedaron muchas cosas por corregir, pero es lógico ya que todo en esta vida se mejora gracias a la prueba de ensayo y error. Por ejemplo, el evento fue sin cena, a diferencia de los de tevé, radio y cable, y eso generó un permanente ida y vuelta de invitados entre el salón de la ceremonia de entrega y los vips donde en la previa, todos degustamos unos casi inaccesibles canapés que entre la vorágine y el reloj que corría se terminaron mezclando con los bocaditos dulces, los cuales, para agarrar uno tenías que lanzarte en palomita.
Los cócteles y el vino, en cambio no faltaron ni antes, ni durante ni después, porque alcohol hubo de sobra, pero comida no, y eso genera problemitas... Es más, durante el cuarto bloque cerraron la barra porque había más invitados afuera que adentro del salón.
La conducción de Valeria Mazza, esplendida en todos sus cambios de vestido y diseñador, y Horacio Cabak fue correcta y los premios, sin demasiada sorpresa más allá de la novedad en sí del galardón. Salvo algunos que, a mi criterio, y eso que soy miembro de APTRA, no me los explico, como que en el rubro Mejor estilismo de cantante ganara Chiara Parravicini, que es bella, canta bien y bien podría haber integrado la terna de mejor influencer de moda (que ganó Angie Landaburu), pero ¿la de cantante? A ver, decime en tres, dos, uno, ya, dos canciones de Chiara: Cri cri cri cri. Pero bueno, debo ser yo la equivocada...Y la otra, que Matilda Blanco ganara como mejor crítica de moda: como dice Polino, un disgusto. Y pobre, encima justo la noche en la que más criticas recibió por su look, con un vestido sastrero que compró en el exterior y es de Badgley Mischka pero que a todos les (nos) pareció un mantel.
El resto, correcto, como los reconocimientos a Mirtha Legrand, Moria Casán, Laurencio Adot –cuyo discurso al menos para mí, fue el más emotivo de la noche–, y el gran Gino Bogani, que cerró con su prestancia única.
Claro que lo que todos esperaban era el cruce de Pampita,la gran figura de la noche, y Nicole Neumann, la gran perderdora ya que mientras Carolina se quedó con la categoría Mejor Red Carpet, espléndida en un vestido del nuevo diseñador Jorge Rey, Nicole, con un arriesgado diseño de Adot, perdió en las dos ternas en las que competía: Mejor estilismo panelista de tevé, que se llevó Débora Plager, y Mejor estilismo conductora, que fue para Verónica Lozano. Pampita y Nicole no se saludaron jamás, pero la rubia la aplaudió muy respetuosamente cuando la futura esposa de Moritán subió por su premio. Ahora, si hubiéramos puesto un aplausómetro en la entrega, nuestra apodada “panelinda” Nicole perdio como en la guerra. Y además, estuvo toda la noche muy seria mientras Pampita tuvo la sonrisa pegada en la cara, como siempre.
¿Qué fue lo mejor de la fiesta? Para mí, Mica Argañaraz, que ganó la categoria Mejor modelo. La top model argentina que brilla en el mundo recibió su premio con uno de los mejores looks de la noche, un minivestido negro de paillettes con bustier con estrellas de Saint Laurent by Anthony Vaccarello, poniéndole a esta gala el glamour internacional que le faltaba.
Sin dudas, una noche de alumbramiento con claroscuros, sí, pero que el año próximo volverá y será mejor.
Escuchá el audio
