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Podríamos decir que la unión de personajes tan mediáticos e importantes como Aníbal Fernández, Viviana Canosa y Jorge Lanata en un misma polémica es casi la tormenta perfecta. Y luego de que el político pidiera sanciones para los periodistas por "mentir" con información sobre las vacunas, Edi Zunino realizó una carta abierta en Radio Perfil para llamarlo a la reflexión y analizar la situación.
"Es sabido que los kirchneristas tienen una obsesión: su tirria con los medios los emparenta con tantísimos personeros del poder en todo el mundo, sin distinción de ideologías. Puedo entender, en ese marco, que ciertos kirchneristas como Aníbal Fernández (y no así López o Jaime o De Vido ni en un par de causas la propia Cristina) tengan cuentas pendientes considerables con la prensa: en el caso del quilmeño, se lo ayudó a perder una elección en el estribo de las urnas al difundirse con bombos y platillos que él era la tristemente célebre pero enigmática “Morsa”, cuando no existía ni un solo dato mínimamente serio para afirmar semejante cosa", comenzó el Director de Contenidos Digitales y Multimedia del Grupo Perfil en su columna radial.
"Ahora bien: Aníbal F es abogado –aparte de un hombre grande- y sabe que la libertad de expresión es un valor que va mucho más allá de las cuentas personales que cualquiera pueda tener con alguna persona o empresa. Y, como es abogado, sabe que cualquiera tiene el derecho de acudir a la Justicia si se siente calumniado, injuriado y lastimado en lo que llamamos el 'buen nombre y honor'. También se puede denunciar el posible 'daño sanitario' que pueda generar tal o cual comentario mediático que signifique un supuesto “atentado a la salud pública”. Por ejemplo, decir por la tele que el dióxido de cloro cura o las vacunas matan", recalcó Zunino, recordando el polémico momento televisivo que protagonizó Canosa.
"Centrarlo todo en la discusión con los medios de comunicación es el modo menos visible de tirar la pelota afuera. Desde esta columna no hemos tenido ningún problema ni empacho en polemizar con colegas que, por lo general en busca de rating, se muestran capaces de decir cualquier barrabasada sin medir los eventuales efectos en las audiencias más distraídas o propensas a los fanatismos fuera de toda razón. Incluso Jorge Lanata y Viviana Canosa –que Fernández pretende sancionar- se contaron entre los criticados.
Pero pedir sanciones extra judiciales como si se tratara de un trámite administrativo o policial, aparte de denotar un autoritarismo más que indeseable a esta altura de la soirée, anula el contraste de razones. Canibaliza el debate político. Lo achata. Lo brutaliza más de lo que está. El otro día, CFK cuestionaba a los 'opositores-barrabravas', que los hay y no son poquitos. Pero ver la paja en el ojo ajeno, aparte de ocultar la viga en el propio, sólo nos encierra en esta cansadora dialéctica, que es peligrosamente infantil".
"Si las cosas fueran así desde los que mandan –a ver, digo: 'al pan, pan y al vino, vino'- lo que opine Jorge Lanata o Viviana Canosa -o yo mismo- a lo sumo sería el cotillón del evento. La pista del baile. La bandeja de los saladitos. Apenas formas", cerró Edi de manera contundente.