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La muerte de George Floyd ejecutada en manos de un policía norteamericano, se convirtió en un símbolo de lucha para frenar la discriminación racial, herida que registra grandes sangrados en el pasado de los Estados Unidos y que en medio de la crisis mundial se reactivó, dejando así protestas en las calles, saqueos, reclamos y un Estado de Sitio, que refleja la furia popular que despierta un crimen racial a estas alturas. Es por ello, que de esta noticia se hizo eco el mundo y miles de figuras públicas de todos los rubros salieron con campañas en las redes sociales y manifestaron su apoyo, empatía y tristeza por este acontecimiento. Una de ellas fue Lea Michele, protagonista de Glee, quien luego de un mensaje de apoyo en Twitter, fue cruzada duramente por Samantha Ware, colega de ella en la ficción hollywoodense, dado que la actriz afrodescendiente le dijo que "le daba risa" su posteo porque la había discriminado de forma muy dura.
Si bien todos podemos cambiar, arrepentirnos y pedir perdón, hay manchas que no se borran de nuestro legajo de acciones y por ello es tan importante cuidarlas, asegurarnos de que nuestros movimientos sean honestos, nuestras palabras impecables y nuestros pensamientos, sanos. Este precio debió pagarlo Lea, quien luego de manifestar su apoyo ante un dolor mundial por la muerte de Floyd, recibió de su colega en la sexta temporada de la serie, estas palabras: "¡Me muero de risa! ¿Recordás cuando hiciste de mi primera aparición en televisión un verdadero infierno? Porque yo, nunca lo olvidaré. Creo que les dijiste a todos que si tuvieras la oportunidad, cagarías en mi peluca, entre otras traumáticas microagresiones que me hicieron cuestionar si quería continuar con mi carrera en Hollywood".
Frente a la incómoda exposición en la que la dejó su ex compañera, Michele acudió a las redes sociales y salió a responder: "Una de las lecciones más importantes que nos dejan estas últimas semanas, es que debemos tomarnos el tiempo de escuchar y aprender desde la perspectiva de otras personas y analizar el rol que hemos jugado en el pasado para hablar de la injusticias que otros padecen. El otro día, cuando publique el tuit, lo hice para demostrar mi apoyo hacia nuestros amigos, vecinos y comunidades de color durante este difícil momento, pero las respuestas que recibí me hicieron analizar mi propio comportamiento, sobre todo mi actitud frente a mis compañeros de elenco y la forma en que la percibieron".
Yendo más hacia el grano, Lea se refirió directamente a los dichos de su compañera y negó lo dicho por ésta. "A pesar de que no recuerdo haber dicho las palabras que me adjudican y que nunca juzgué a otros por sus raíces o el color de su piel, ese no es el punto. Lo que importa es que claramente actué de una manera en la cual lastimé a otras personas", expresó la actriz y agregó: "Ya sea por mi posición privilegiada o mi perspectiva, que pueden haber hecho que se me perciba por momentos como una persona insensible, o tal vez por mi inmadurez, lo que hizo que me comportara de una manera innecesariamente difícil, quiero pedir perdón por mis actitudes y el dolor que causé. Todos podemos crecer y cambiar. En mi caso, usé los últimos meses para reflexionar sobre mi vida".
Recordemos que, además de estar en cuarentena como todos, la actriz que salió de factoría norteamericana y se lució en Glee, de allí uno de sus mayores éxitos, se encuentra embarazada de cinco meses y aseguró que se prepara para su "mejor versión" por la venida de su hijo. "Estoy a pocos meses de convertirme en mamá. Sé que necesito seguir trabajando para ser una mejor persona y tomar responsabilidad por mis acciones porque de esta manera, seré un ejemplo real para mi hijo y podré transmitirle mis lecciones y errores, para que aprenda de mí. Escuché las críticas y estoy aprendiendo. Aunque me arrepiento de lo que pasó, sé que en el futuro voy a ser una mejor persona gracias a esta experiencia", disparó.
Según trascendió desde la revista People , Michele además llamó a sus compañeros de elenco para hablar personalmente sobre el tema y disculparse en los casos en los que fue necesario. Si bien las disculpas son correctas, sanas, y prudentes, nunca se sabe su grado de veracidad, a menos que esas disculpas se vean traslúcidas en algo mucho que va mucho más allá de las palabras y requiere de nuestra voluntad: la acción. ¿Verdad o truco? lo dirá el tiempo.
A.A