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Masterchef España y la participante Saray Carrillo se convirtieron en tendencia en Twitter con una avalancha de críticas a la concursante, que se atrevió anoche a servir al jurado una perdiz sin desplumar y fue duramente reprendida por el jurado, que reconoció que fue un error haberla dejado entrar al reality.
Saray no comenzó con buen pie el programa, ya que en la primera prueba del concurso, en la que tenían 90 minutos para hacer un postre que hablara de su infancia, hizo unas galletas morunas y un batido que luego comió y bebió, mientras sus compañeros realizaron recetas más complicadas ante el maestro pastelero Christian Escribá. Eso le costó recibir directamente el delantal negro y un primer enfrentamiento con los jueces.
Después de la prueba de exteriores, que se desarrolló en el set de rodaje de la serie La casa de papel, la primera polémica vino de la mano de Andy, quien decidió salvarse a sí mismo, pero pronto se vería solapada por la actitud de Saray. Fue también Andy quien, ante los roces de la concursante con sus compañeros, algunos de ellos ante las cámaras, decidió penalizarla al repartir las cajas misteriosas y el tiempo para su cocinado. La de Saray contenía, entre otros ingredientes, una grouse (un caro tipo de perdiz) y 20 minutos para desplumarla y cocinarla, así que decidió tirar la toalla y, en un desafío al jurado, servirla tal cual sobre una salsa, pese a las advertencias previas de Pepe Rodríguez, quien le recomendó que no cometiera esa falta de respeto al programa.
Tras presentar su plato, que sirvió cantando "volando voy, volando vengo", se llevó la furia absoluta del jurado, especialmente de Jordi Cruz, quien reconoció que habían cometido un error al seleccionarla en la edición, la octava, que batió récord de inscripciones con casi 30.000 candidatos."Me he bloqueado cuando he visto que me tocaba del delantal negro. ¿Qué iba a hacer en 20 minutos?", se excusó la concursante, de origen gitano, después de presentar una perdiz sin desplumar, sin cocinar y decorada con tres tomates cherri enteros.
"Que me faltes el respeto a mí, que lo has hecho; que le faltes el respeto a tus compañeros, que lo has hecho; que le faltes el respeto al programa y a los 28.000 candidatos a entrar a estas cocinas, evidentemente no se puede hacer. Entiendo que no quieras cocinar, que te rindas, pero esto no tiene justificación", sentenció Cruz.
Cuando Saray intentó meter bocado, el jurado la interrumpió: "Ni se te ocurra abrir la boca, porque no tienes nada que decir. Nos hemos equivocado terriblemente contigo. Creo que es la vez que más nos hemos equivocado en ocho años", le lanzó el jurado visiblemente enojado antes de expulsar a Saray de la edición de 2020 del reality de cocina.
"Demuestras que no eres inteligente. Vienes aquí con esa gracia que crees que tienes a hacer esta idiotez. ¿Con qué necesidad?", agregó desencajado Rodríguez Rey.
"Te agradecería que te quites ese delantal, que no mereces ni el negro, y cruces esa puerta. Adiós", le dijo Cruz, asqueado por la situación que la prensa española ha llegado a catalogar como "la mayor vergüenza jamás vivida en MasterChef".
En Twitter, donde MasterChef tiene un activo papel, las reacciones a favor del jurado y en contra de la concursante no se hicieron esperar: desde las comparaciones y bromas sobre el futuro de la concursante. Pero también críticas a su "falta de educación" siendo Saray educadora social y, especialmente, a cómo desaprovechó la oportunidad de ser un ejemplo de éxito y dar visibilidad a los colectivos transexual y gitano.
La ya exconcursante se disculpó en la misma red social: "La verdad es que me pudo la situación y soy muy de arrebatos. Sentía que ya estaba escrito, que era mi momento de irme... y me bloqueé, me vine abajo y me superó... Lo siento @MasterChef_es", y también ha agradecido las muestras de apoyo recibidas por su plante ante el jurado.
Además del eco en redes sociales, el cuarto programa del concurso culinario se convirtió en lo más visto del lunes con más de 2,9 millones de espectadores, un 21,8 % de cuota, según los datos de RTVE.
L.M