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Este lunes 5 de julio, Alejandro Fantino comenzó su programa en América relatando una terrorífica experiencia paranormal que vivió en su propia casa. El conductor habló de la defensiva reacción de sus perros para cuidarlo.
El conductor de Fantino a la Tarde, quien en los próximos días podría pasar a conducir Intratables tras la renuncia de Fabián Doman, contó que el episodio ocurrió días atrás a la madrugada, mientras leía en su cuarto. "No les voy a inventar nada, me pasó. Si sos impresionable con estas cosas, bancala", empezó.
Qué pasó en la casa de Alejandro Fantino
"Dos y cuarto de la mañana, solito en mi casa de Tigre. Llevo la lora a mi oficina, apago las luces, prendo un velador, los perros durmiendo. Todo apagado. Tenía un libro viejo, estaba laburando sobre unos textos de San Agustín. Pero me engancho con un texto que se llama Tratado de la caída del demonio, de Anselmo De Canterbury", indicó, y explicó que no eran textos satanistas, sino de “un tratado medieval sobre el origen del mal”.
"Al rato, escucho que me hablaban en la habitación donde duermo, me levanto, voy a la habitación y estaba el televisor prendido”, señaló Fantino. “Pensé que lo había olvidado prendido. Lo apago. Cuando estoy saliendo del pasillo estaba el televisor prendido de abajo. Bajo y también estaba prendido el de el living y el de la cocina, literal”, explicó el periodista y conductor. “Apago, vuelvo, me siento a leer el tratado de nuevo y empiezan a ladrar los perros como si hubiera entrado alguien a la casa, miraban para arriba”, continuó.
Fantino contó que al momento de dar vuelta una página, en donde aparecía una imagen del demonio que el autor había dibujado, su lora comenzó a comportarse de manera extraña. “La lora gira la cabeza, se le abren las alas, vuela por toda la oficina hasta el fondo y choca contra una pared, se queda agarrada a la pared”, sostuvo. “Hay una energía siniestra”, lanzó uno de los panelistas del programa.
“Pongo el libro, me voy a la habitación y el velador estaba titilando. Me dormí y soñé toda la noche cosas horribles, me levanté revuelto del estómago. Como decían los medievales que cuando el demonio quería entrar a tu cuerpo lo rechazabas y te quedabas con malestar en el estómago”, finalizó su relato.
L.M
