Mirtha Legrand se prepara para su vuelta a la televisión pero mientras tanto, resguarda su privacidad con celo. Sin embargo, en algunas ocasiones ha permitido a Revista CARAS adentrarse en su hogar, un espacio que irradia elegancia y refinamiento en cada rincón.
Ubicada en el cuarto piso de un edificio en la Avenida Libertador al 2800 en Buenos Aires, la residencia de Rosa María Juana Martínez Suárez se erige como un enclave donde la tradición se encuentra con la modernidad.
Los muebles antiguos conviven en armonía con las renovadas paletas de colores de las paredes y tapizados, dando un aire fresco y actual al ambiente.
La casa de Mirtha Legrand
El corazón del hogar es un espacioso living principal, con imponentes ventanales que enmarcan la vista a los bosques de Palermo.
Allí, se exhiben estatuas, una elegante araña de caireles y una mesa ratona de mármol, junto a sillones, butacones y mesas de arrime adornadas con portarretratos que narran la historia familiar y los logros alcanzados.
El departamento ostenta detalles que denotan un gusto refinado, como adornos de cristal, otros de plata, floreros, cuadros de gran tamaño y veladores imponentes.
La presencia de una extensa biblioteca, que abarca desde el piso hasta el techo, añade un toque intelectual al entorno.
Además del magnífico living, el departamento de la diva de los almuerzos cuenta con un espacioso comedor y un acogedor escritorio, junto a un ansiado balcón que invita a la contemplación.
Entre las comodidades se incluyen un amplio vestidor, cuatro dormitorios (uno en suite), lavadero, habitación y baño de servicio, así como un playroom para disfrutar momentos de esparcimiento.
Esta exclusiva propiedad refleja el exquisito estilo de vida de Mirtha Legrand, una leyenda del espectáculo argentino que ha forjado su legado en la televisión y en la elegancia que trasciende a su hogar en la Avenida Libertador.