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Silvina Luna, falleció a la edad de 43 años después de 70 días de luchar en terapia intensiva. Además de su legado en la industria del entretenimiento, Silvina dejó tras de sí un conjunto de propiedades, entre ellas una espectacular residencia ubicada en el exclusivo barrio de Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires.
Según se supo, la modelo se encargó en vida de iniciar los trámites administrativos sobre su herencia para que todos sus bienes sean donados a su hermano Ezequiel.
El departamento de Puerto Madero
Uno de los aspectos más notables de la residencia que tenía Silvina en Puerto Madero es la biblioteca, que se destaca por su estilo industrial y alberga una impresionante colección de libros relacionados con el yoga, una de las pasiones de la modelo.
Para ingresar a lo que fue su hogar, los visitantes debían hacerlo descalzos, lo que le otorgaba un toque de serenidad y espiritualidad a su espacio personal.
Otro rincón especial en la casa de Silvina Luna era su cocina, que la modelo consideraba uno de sus lugares favoritos. Equipada con una amplia variedad de electrodomésticos de última generación, la cocina también cuenta con una imponente isla central con encimeras de granito oscuro, ideal para la preparación de platos elaborados.
Sin embargo, uno de los lugares donde la ex Gran Hermano pasaba la mayor parte de su tiempo era el balcón.
Desde este punto privilegiado, se podía disfrutar de una vista exclusiva del río, que estaba decorado con plantas exuberantes y objetos de decoración en tonos grisáceos, creando un ambiente relajante y sereno.
El departamento de Silvina Luna en Puerto Madero reflejaba su gusto por el minimalismo y la elegancia. Además de la biblioteca de yoga y la cocina impresionante, el espacio estaba lleno de detalles que hablaban de su pasión por la meditación y la espiritualidad, como imágenes de Buda y cuadros inspiradores.
El área de la sala de estar estaba centrada alrededor de un cómodo sillón blanco, con una mesa ratona que servía como punto focal. Este espacio reflejaba la personalidad de Silvina, que era conocida por su equilibrio entre la serenidad y la elegancia.
El balcón, sin lugar a dudas, era uno de los principales atractivos del departamento. Con vistas panorámicas al majestuoso Río de la Plata, este espacio proporcionaba un refugio tranquilo en medio de la bulliciosa ciudad.
La partida de Silvina Luna deja un vacío en el mundo del espectáculo y en los corazones de sus seguidores. A través de su hogar en Puerto Madero, podemos ver una parte de su alma, su amor por la espiritualidad y su aprecio por la belleza de la vida.