martes 23 de abril del 2024
DESTACADA 15-05-2023 19:09

Diego Leuco reveló su lucha contra una fuerte adicción: "Sentí que perdía el control"

El periodista de Antes Que Nadie contó lo que padeció años atrás, a causa de la disconformidad con su cuerpo. Mirá.

Diego Leuco pasó por Seres Libres (Crónica) y reveló la fuerte adicción que padeció años atrás, a causa de la disconformidad con su cuerpo. "Sentí que perdía el control", afirmó.

Entrevistado por Gastón Pauls, el periodista de Antes Que Nadie (Luzu TV) contó que era adicto al entrenamiento: "Tuve una adicción muy grande al entrenamiento, a lo físico, a lo que supuestamente era el bienestar físico. Cuando era más chico, a los 17 o 18 años, tenía exceso de peso, tenía unos 30 kilos más que ahora. Era algo que me molestaba un montón".

"Tenía la sensación de que todos me miraban. Después, mis amigos del colegio me decían que nada que ver. Era más un mambo mío. Empecé a entrenar, a comer diferente. Ya laburaba en los medios y, en la producción en la radio, eran sobre todo programas a la mañana. Llegaban sandwiches que querían que probaras, el de la heladería nueva que mandaba un kilito de helado o el oyente que mandaba tortas... estabas ahí, sentado, morfando", siguió.

Y recordó: "Ahí empecé a entrenar, pero se volvió una especie de adicción medio tóxica. Iba al gimnasio siete días a la semana y entrenaba dos o tres horas por día. Si tenía que comer 60 gramos de algo, lo pesaba con una balanza. Estuve así como un año".

"Me sirvió, porque después de todo ese proceso aprendí a relajarme, a comer mejor y a entrenar de una manera más sana. Pero fue la primera vez que sentí que perdía el control sobre algo, como que ese algo tomaba decisiones por mí", reflexionó Leuco.

Diego Leuco y su adicción al cigarrillo

"Lo que más me jode de todas las adicciones, porque arranque de grande, es el cigarrillo. Es un cigarrillo más de ansiedad que de nicotina", se sinceró. "Fumo cuando no tengo nada que hacer", aseguró.

"Cuando me mudé solo apareció el ‘puchito de estar solo’ y ese es el que hoy más me cuesta soltar. Hay momentos en los que no tengo límites. Por ejemplo si estoy en un embotellamiento en un auto y tengo cigarrillos... ahí no tengo límites. Es uno atrás de otro", confesó.

"Pocas veces es el cigarrillo de placer, la mayoría de las veces es la sensación de estar haciendo algo. Seriamente una vez dije 'hasta acá'. Dejé dos o tres meses y después volví. ¿Quiero dejar? Sí. ¿Estoy desesperado por dejar? Evidentemente no. Descubrí que no estoy convencido de dejarlo", reconoció.

Y cerró: "Cuando lo dejé es una diferencia física importante. A la mañana se siente mucho... Trato de cambiar hábitos, tengo mucha voluntad para cambiar, como con la alimentación, el entrenamiento, la meditación, pero no lo logro con eso".

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