martes 19 de marzo del 2024
DESTACADA 17-02-2017 12:57

Despedida a un amigo: ¡Rompé el cielo Leo!

Por Hernán Soto (*) | A los 61 años se nos fue Leo Rosenwasser. Te vamos a extrañar.

Conocí a Leo Rosenwasser como la mayoría, por Videomatch. Cada noche en familia nos reíamos con sus disparatados sketchs que, al otro día, eran el tema de conversación en el colegio, a punto tal que no había un solo compañero al que no le hicieramos el "osoooo".

Los años pasaron, Leo se alejó de Videomatch y mi generación lo fue olvidando, excepto yo. En 2007, cuando trabajaba en un ciber-locutorio, un día entró Leo. Lo reconocí al instante.

"Quisiera usar una computadora", me pidió y yo, impaciente, le pregunté: ¿Sos Leo? ¿El de 'Rompe pepe'?. Sonrió y extendió la mano para saludarme. Y sí, como era de esperarse, me hizo el clásico "oso". Desde ese día, él frecuentó el negocio a pesar a que no le quedaba cerca de donde él vivía.

Cada visita de Leo era una anécdota. Entraba haciendo un show, se acercaba a mi mostrador y me recordaba sus personajes. Yo me descostillaba de la risa como cada noche cuando él estaba junto a Tinelli.

Incluso, hubo una tarde que necesitaba entrevistar a un famoso para un trabajo práctico en la facultad. Yo daba mis primero pasos en el periodismo y Leo decidió venir a ayudarme. "Mirá que no tengo ni para pagarte el taxi", le decía. "Yo voy amigo, yo voy", me respondía. Esa noche todo el curso se sacó un foto con él y yo conservo un fragmento de esa entrevista.

Sin embargo, más allá de su humor, recuerdo a Leo por algo que pocos conocen: su solidaridad. Siempre que venía al ciber me preguntaba por la salud de uno de mis amigos, dueño del local. "¿Cómo está Leito? ¿Está mejorando?", me preguntaba.

Recuerdo incluso que, el año pasado cuando nos vimos de casualidad en el piso de Nosotros a la mañana y pese a que ya habían pasado más de diez años, no dejó de preguntarme por la salud de mi amigo.

A Leo lo ví por última vez hace unas pocas semanas. Compartimos el estreno de la obra de Tristan y él llegó empezada la obra, así que no lo alcancé a saludar. Me alegró verlo feliz, de la mano de su novia. No dejaba de sonreír.

Días después estalló la polémica con su mujer y, hace justo una semana, me escribió por Whats App para pedirme que, si publicábamos algo al respecto, que cuidemos a sus hijos.

Le dije que se quedara tranquilo, que no se preocupara. "Gracias amigo", me escribió. Ese fue su último mensaje que me envió. Ahora me toca a mí despedirlo y decirle: "Gracias amigo, seguramente ya estés haciendo reír al cielo".

* Por Hernán Soto | Editor de Exitoina.com |Twitter: @hernangsoto

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