domingo 19 de mayo del 2024
DESTACADA 08-05-2024 17:00

Fer Dente se sumó al descargo de Manuel Lozano en contra del escritor Nicolás Márquez tras su conferencia sobre la comunidad LGBT

El conductor le respondió al escritor sus criticadas declaraciones y apoyó al director de la Fundación Sí por su carta.

Fer Dente inició su descargo luego de la conferencia que hizo el escritor Nicolás Márquez donde declaró que las personas homosexuales son “invertidos” con vidas “insanas y autodestructivas”. 

Tras la respuesta que dio Manuel Lozano, el director de la Fundación Sí, contando los difíciles momentos que atravesó de chico por ser gay que incluían terapias de conversión, el conductor se animó a sumarse y contar también su lado de la historia. 

En su programa Paraíso Fiscal (Olga), el artista se refirió a las cifras que brindó el conferencista acerca del suicidio y la drogadicción: "Cómo hago para explicarle a un chabón que me dice todo este dato estadístico que hay un factor que no está viendo y que no se puede cuantificar. Ojalá que algún día se pueda porque así se van a caer un montón de discursos, eso son los sentimientos y es el amor".

"A mí no solamente me calienta un pit* y un cul*, yo me enamoro de un hombre y me gusta eso. Me enamoro de alguien que da la causalidad que es del mismo género o que se autopercibe como yo. Pero, después es todo igual", manifestó enojado en referencia a su orientación sexual.

"Tengo los mismos problemas, los mismos celos, las mismas inseguridades. Y, es más, no los mismos, tengo peores. Porque camino de la mano con un hombre por la calle y no estoy pensando 'ay cuanto lo amo', sino estoy pensando 'ojalá nadie nos grite put*, ojalá nadie nos pegue, ojalá no me muera'", se sinceró sobre su mayor temor cuando sale a la calle estando en pareja. 

Qué dijo Manuel Lozano contra Nicolás Márquez

El director de la Fundación Sí asistió a Perros de la calle (Urbana Play) y leyó la carta que hizo en contra del escritor Nicolás Márquez, quien le tocó vibras sensibles sobre su infancia. 

“Dijo cuestiones que me parecieron muy terribles y no podía no responderle. Sentía que si no decía esto no podía venir a la radio. Dijo que los homosexuales somos insanos, invertidos, con tendencia a la destrucción. Que tenemos 7% más de probabilidad de estar en las drogas, 14% más en el índice de suicidio, que el 75% de las personas que tienen alguna enfermedad de transmisión sexual somos homosexuales, que tenemos 4 veces más propensión al alcoholismo... Y que la perspectiva de vida que tenemos es 25 años menor y de mucha infelicidad”, se refirió a las estadísticas que brindó. 

No voy a discutir los números con Nicolás porque no los conozco y es probable que alguna de esas cifras sea real, pero sí le quiero decir desde adentro y en primera persona algunas cosas. Desde que tengo memoria, siempre fui el abanderado de la escuela. Para algunos, eso era algo que los ponía contentos. Para mí era una tortura porque pasar de donde estábamos en la hilera adonde estaba la bandera implicaba 12 metros donde todos me gritaban ‘puto’. En cada uno de mis cumpleaños, uno de mis tres deseos era pedir, por favor, no ser gay”, reveló. 

Entonces, añadió: “Jamás se lo conté a nadie y jamás lo viví, hasta los 20, cuando por fin me animé a contarlo. Mis papás pensaban lo mismo que vos, Nicolás, que era sinónimo de infelicidad. Me llevaron a un psicólogo mal elegido que dijo que yo estaba enfermo y que, a su vez, prometió cambiar mi sexualidad. Durante más de 100 días, todas las mañanas cuando me despertaba, lo primero que leía era un correo de este psicólogo explicando la técnica que yo tenía que utilizar para suicidarme. Todos los días. Y me argumentaba por qué. Cuando llegaba a mi casa, mi familia se iba para no verme, a mi hermana la mandaron a estudiar a otra ciudad para que no viva conmigo, por homosexual”. 

“Cuando llegaba a las sesiones con este tipo al que me mandaban, me hacía esperar más de dos horas en la puerta y después mandaba a su secretaria con un papelito escrito a mano que decía ‘no sos digno de que yo te atienda’. Peor que lo que hacía era que yo me lo creía. ¿Somos una población con una mayor tasa de suicidio? Puede ser, es probable. Pero no porque seamos insanos, sino porque discursos como el tuyo nos enseñaron que no somos valiosos y que éramos la escoria de esta sociedad", cerró. 

A.G.