Compartí esta nota
Juro que yo quiero ser buena, pero no me dejan... Hace varios ritmos –sí, hablo así porque es la medida de tiempo de un Bailando– me quejaba en este mismo espacio sobre cómo los jurados habían inflado a Karina La Princesita cuando en la performance de Grandes Exitos todos la ensalzaron y votaron pum para arriba; y ojo, insisto que la banco y me encanta como persona y cantante, pero entonces me preguntaba si yo era la única que había visto que no había bailado. Es más, dije textualmente que esa noche "se movió menos que Pinocho" y hoy agrego que había caminado más que ama de casa buscando los precios cuidados. Los ritmos pasaron y en el videoclip la rompió, y hasta yo la aplaudí, y miren que me cuesta, porque si se quejan de Polino no saben lo que puedo ser yo puntuando en casa.Y anoche, finalmente llegó el cha cha pop, uno de los ritmos más dificiles por ser de ballroom y por ameritar una exactitud y sincronicidad que te lo voglio dire... Y Karina cosechó muy buenos puntajes, pero vamos..., que ahí hubo tongo, o dicho técnicamente, trampitas muy inteligentes.
Eso sí, que Karina cambió la actitud, de eso no hay duda, porque empezó siendo la prima de la Mole Moli y hoy estira los brazos como si el espíritu de Eleonora Cassano se le hubiera metido en el cuerpo. Aplausos por eso, pero no exageren, que a Mora Godoy la mataron por no transmitir nada al bailar y estar muy durita (coincido) pero a Karina no le dicen ni mu por dibujarla como la dibujó. Tomen la coreo y pongan el cronómetro. Empezó el cha cha cantando el tema Señorita, en versión de Shawn Mendes y Camila Cabello. Hermoso pero más lento que truco de René Lavand, y ahí perdió exactamente 30 segundos; después caminó 6 segundos más entre que el bailarín le daba la florcita y demás, y la coreo duró exactamente 1.51 segundos. Restale 36 y te da 1.15, mientras que las coreos de todos los demás duran 1.40 promedio.
¿Qué quiero decir con esto? Que aplaudo a Karina por su cambio de actitud y apuesto a que sea, y así lo deseo, una firme candidata a la final porque va a terminar bailando como los dioses y porque jamás va a perder en el teléfono, pero no exageremos con la nota. Está bien que la devolución tiene mucho del gusto personal de cada jurado del Bailando de Marcelo Tinelli, pero como diría la mismisima princesita, páguenle a cada uno con la misma moneda porque la ley debe ser pareja y las coreos deben durar lo mismo para todos, sin cantitos ni caminatas que le roben tiempo al baile. Además, Karina no necesita que nadie le regale nota porque a la semi o a la final va a llegar solita.
