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Emilia Mernes confesó que sufrió trastornos alimenticios años atrás y contó que hubo un momento en que sentía vergüenza de salir a la calle o de usar ciertas prendas de ropa porque no le gustaba su cuerpo.
En diálogo con el streamer Coscu, la intérprete de "Cuatro veinte" reveló: "Tenía atracones de comida. Comía por la ansiedad". Luego, agregó: "Después me sentía mal, pero me encerraba a comer. Y después no salía porque me daba vergüenza que la gente me vea y viera que estaba más gorda. Yo sabía que estaba engordando, se me notaba en el cuerpo, en la cara".
"Me daba vergüenza que vieran mis brazos. Es horrible, porque nosotras no tenemos que tener vergüenza de nuestro cuerpo", reflexionó. "Imagínate mi cabeza cómo estaba. Estaba re mal, la pasé mal. Pero después entendí que no era así y que no pasa nada", aseguró. Además, Emilia afirmó que ahora se encuentra bien de salud y detallo: "Estoy a mil. Estoy feliz. Bailo y ensayo mucho, todos los días estoy haciendo cosas".
A todo esto, la joven también reconoció que la sociedad siempre la puso en un lugar incómodo como mujer: "La gente me pone en ese lugar de la mujer argentina, que tenés que cumplir un estereotipo o que tenés que usar cierto tipo de ropa o qué tenés que decir o hacer... y eso me rompió la cabeza". "Son cosas que te impone la sociedad, que son una estupidez. Y ya está, me lo paso por el or...", cerró.
Emilia Mernes sufrió bullying
En noviembre de 2021, Emilia Mernes estuvo invitada a "PH: Podemos Hablar" (Telefe) y habló a corazón abierto sobre otra etapa difícil de su vida: el colegio secundario. "Una vez estábamos en una fiesta de 15 y me acuerdo que entré al baño a hacer pis y me sacaron una foto por abajo de la puerta que después la publicaron en Facebook", recordó sobre el bullying que sufría por parte de sus compañeras de salón.
"Una alumna llamada Milagros se paraba y gritaba que después de terminar la clase se iban a ir todos a tomar mate a su casa menos yo. Cuando salíamos del colegio íbamos todos para el mismo lado, pero yo seguía de largo mientras el resto doblaba para dirigirse a lo de ella", recordó.
Además, habló sobre la actitud de los directivos del colegio: "Predican el catolicismo pero comen santo y cagan diablo. Esta chica después me pidió perdón, pero es algo que me ha marcado mucho. No le guardo rencor, pero me gusta contarlo para que se sepa que es algo que se vive en los colegios y que los preceptores y los profesores hacen oídos sordos. También porque se que hay cosas más graves que las que me pasaron a mí".
R.L