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Andrea Estevez contó que sufrió un fuerte ataque de pánico a la salida de un supermercado en Miami, Estados Unidos. La actriz estaba en el auto con su hija de casi 3 años cuando el trastorno de ansiedad la invadió de lleno. “Mamá, me muero… cuidame a Hannah”, expresó durante la desesperante situación.
La actriz, en diálogo con Revista Pronto, relató que más allá de la compleja circunstancia pudo recurrir e implementar un consejo de su psicóloga, ya que no es la primera vez que la animadora experimenta estas sensaciones límites. “Me dijo que en una situación de pánico fuerte corriera a buscar hielo y me pusiera en las manos y en la cara porque te alivia el sistema nervioso”, comenzó narrando Andrea, quien ya había tenido la lucidez de bajarse del vehículo para evitar que la niña la viese en ese estado.
Y luego continuó: “Por eso me metí corriendo al supermercado. Así llorando como estaba, fui a una heladera de las que tenían jugos, saqué hielo y me puse en las manos…De a poco me fui calmando”.
Posteriormente, con mucho esfuerzo y control mental, la animadora volvió a ponerse frente al volante y se manejó hacia la casa de una amiga, la cual se encontraba a cuatro minutos de distancia. “Necesitaba saber que estaba con alguien que me ayudara con mi mamá y mi nena, si a mí me pasaba algo”, explicó.
En ese sentido, Andrea Estevez reflexionó acerca del origen de estos episodios de miedo intenso. “Los síntomas existen pero es la cabeza la que empieza a programar la muerte. Y lo que a mí me pasó es que mi viejo murió tomado de mi mano y me quedó la forma en que murió… Cuando tengo un ataque de pánico siento que lo revivo”, detalló la mamá de Hannah.
“Yo tuve un ejemplo de viejo… Tengo la vara tan alta con lo que fue mi papá. Yo sabía que en cualquier parte del mundo que estuviera si yo tenía un problema de la forma que fuera él iba a llegar”, enfatizó Andrea con la voz algo quebrada. Y añadió: “Mi papá y mi mamá me dieron valores de familia. Mi mamá me dice a veces ‘sos de entregarte mucho´ y yo le digo ´ustedes me enseñaron así, no tenían para comer y yo comía´”.
Finalmente, la modelo sentenció: “Ahora soy la cabeza de la familia, tengo que tomar todas las decisiones, Hannah depende de mí, mi mamá también... Y el año pasado exploté con los ataques de pánico. Viví un estrés postraumático por la muerte de mi papá, de las responsabilidades y de todo lo que cargué durante todo este tiempo”.
Andrea Estevez y la agotadora lucha legal contra su expareja
Andrea Estevez vivía en Miami con su ex pareja Juan Manuel García. Allí nació la hija de ambos, Hannah. Luego de dar a luz, la modelo viajó a Buenos Aires, ya que tenía la visa vencida. “Andá tranquila a la Argentina que en unos días voy y nos vemos allá, yo tengo que resolver algunas cosas acá”, le dijo en aquella oportunidad García. Jamás regresó.
Tiempo después la actriz se enteró que a los cuatro días de haber partido de Estados Unidos, con una beba recién nacida, Juan Manuel se casó con otra mujer. Las cosas que tenía que arreglar referían a un viaje de placer en la playa, con su actual esposa.
En ese contexto, la influencer decidió iniciar las acciones judiciales pertinentes para reclamar el pago de la cuota alimentaria para Hannah. La abogada que llevaría adelante la causa es la Dra. Ana Rosenfeld, amiga de Andrea.
Vale aclarar que, conforme cuenta la conductora, durante los dos primeros años de la niña Juan Manuel García jamás aportó dinero. Al respecto, la modelo recordó una respuesta de su ex: “Ay, sí Hannah toma teta y usa cinco pañales por día nada más”. Recién a mediados del 2020 el papá de la menor comenzó a transferirle algo de efectivo en concepto de alimentos: $5.000 por mes.
Por otro lado, este año Andrea viajó a EE.UU con su mamá y la pequeña, a los fines de radicar allí también un reclamo judicial tendiente a obtener la cuota alimentaria correspondiente. En ese sentido, la modelo contó que se comunicó con el Juan Manuel para que conozca a la niña. “Le trajo regalos, como si no hubiera pasado nada en estos 2 años y 8 meses. Y fue porque yo traje a Hannah a Estados Unidos, porque si no, tampoco la veía”.
S.G.
