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Duilio Marzio, actor de larga trayectoria y destacada actuación en el cine argentino en la década del '50 y '60 e incursiones en televisión y teatro, falleció hoy a los 89 años, según informó la Asociación Argentina de Actores.
Su actividad podría resumirse en tres períodos separados por paréntesis dedicados a la actividad sindical y al estudio, cubriendo mas de medio siglo de permanencia en los medios artísticos.
Participó en cuarenta películas, destacándose su actuación en Paula cautiva de Fernando Ayala con Susana Freyre. Durante 1964 y 1968 dirigió la Asociación Argentina de Actores.
A principios de la década del setenta viajó a Estados Unidos donde estudió con Lee Strasberg en el Actor's Studio y realizó giras por las universidades con unipersonales.
En teatro participó en La gata sobre el tejado de zinc caliente, con Francisco Petrone, Gigí, con Susana Freyre, My Fair Lady, La real cacería del sol, Becket, Alfa-Beta, Luz de gas, La escalera, Plaza Suite, Mi adorado embustero, Trampa para un hombre solo, Trampa mortal, Equus con Miguel Angel Solá, El proceso de Mary Duggan, Un domingo en Nueva York, Indiscreta, Al fin y al cabo es mi vida, entre otros.
También participó en televisión en ciclos como Show Rambler, Alta comedia, Las chicas, A orillas del gran silencio, Malevo, Navidad en el año 2000, Cien días de Ana, Una voz en el teléfono, Corazones de fuego, y otros títulos destacados.
Después de un largo paréntesis regresó en la obra Borges y Perón, por la que ganó los premios María Guerrero, Trinidad Guevara, Florencio Sánchez y ACE al mejor actor dramático de 1998.
En 2003 la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina le entregó el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria.
En 2006 actuó en el film Las manos de Alejandro Doria y protagonizó Ohio Impromptu, dirigido por Patricio Orozco estrenada en el Primer Festival Beckett Buenos Aires, valiéndole la nominación a los premios ACE en la terna de mejor actor de teatro off.
Este último tiempo había trabajado en la obra El último encuentro, con Hilda Bernard y Fernando Heredia, por la que recibió el premio ACE al mejor actor en 2009, y en la película Silencios.
Marzio estudió Derecho y trabajó en un estudio de abogados para seguir el mandato familiar. "Mi papá era un inmigrante siciliano y trató de tener un hijo profesional. Pero en la facultad apareció un curso de teatro que daba Antonio Cunil Cabanellas y ahí fui, junto con Pepe Soriano, y se me despertó la pasión", recordó.
Tranquilo y conforme con su trayectoria, confesó: "Mi único gran defecto es que no me casé, aún. Pero he tenido largos matrimonios sin papeles, he dejado y me han dejado, no me puedo quejar. Como decía un personaje de La Strada, 'cada piedrita de la vida tiene su razón de ser'", dijo al diario Clarín en una de sus últimas entrevistas.
