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El modisto Roberto Piazza afirmó que cuando declaró que “aniquilaría a cuanto asesino vea” lo hizo con la bronca de un reciente intento de asalto, pero que en realidad no es deseo hacerlo.
“No voy a decir que me arrepiento de lo que dije porque sería un panqueque y nunca lo fui. Pero que a la calle yo no salgo a matar, no hay ninguna duda. Mi esencia no es salir a la calle a matar, yo salgo a disfrutar y a trabajar”, sostuvo.
En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, en el programa de Catalina Dlugi, aclaró que él y la gente que lo rodea salen a la calle “con cosas para defenderse”, pero que espera no tener que usarlas. “Que salgo con cosas para defenderme no hay ninguna duda. Como salen mis modelos, mis bailarines, mis docentes. Esa es la tristísima realidad de nuestra querida Argentina”, manifestó.
Además, aseveró que siente que le quitaron la libertad de estar adentro de la casa y de caminar por la calle: “No puedo ni estar adentro de mi casa. La ventana que va al jardín es una reja, estoy preso. Ir por la calle tampoco puedo porque me da pánico. Te tomás un auto en la puerta con alguien de confianza que te deja en la puerta del lugar donde vas a trabajar. Ya no tenés esa libertad de ir caminando con tus amigos”.
Piazza señaló que está “asustado, con bronca y con ganas de que cambie todo”, y si bien reconoció que no descarta dejar el país, sostuvo que está planificando el 2015 en Argentina: “Estoy decepcionado y desilusionado, pero yo sigo apostando a la Argentina. Tengo mi colección, hice mis escuelas, que las tuvieron que cerrar por cómo está la situación, pero seguimos con otras”.
Por último, habló de su fundación contra el abuso infantil y pidió la ayuda de las autoridades nacionales: “La gente que hace denuncias a la fundación es gente que no tiene medios, y el que tiene lo derivo a un abogado de la fundación, que es pago. Nosotros necesitamos que el Gobierno ayude a los chicos, a las familias y a las mujeres golpeadas. Pero en este momento no me dan pelota”.
