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Gran Hermano expulsó a Keila Sosa de la casa a 30 días de haber ingresado. La participante se fue por la puerta giratoria, convirtiéndose en la primera jugadora en irse mediante esa vía en la adaptación argentina del reality.
¿Por qué expulsaron a Keila en Gran Hermano 2025?
“Hoy pasó lo que se sabía que tarde o temprano iba a pasar”, anunció Santiago del Moro apenas comenzada la emisión del programa en la noche del jueves 2 de enero. El conductor indicó que “el reality no puede tener a alguien que no quiere jugar”.
Al hablar con los participantes, GH les leyó un comunicado recordándoles a todo lo que se exponían si ingresaban a la casa. “Nadie dijo que iba a ser una tarea sencilla pero todos entendieron que a pesar de los problemas que podían enfrentar, se trata de una experiencia única, irrepetible y que merece ser vivida”, expresó Big Brother.
“Ustedes fueron elegidos para afrontarla y vivirla con gratitud y alegría. Me duele que no todos hayan comprendido el significado de esta aventura, el esfuerzo que conlleva o que hayan puesto en duda la transparencia del certamen”, continuó GH, haciendo referencia a los cuestionamientos de Keila sobre la transparencia del reality.
“Keila, ya hablamos no hace muchos días atrás sobre tus reiteradas quejas con respecto a más de una cuestión que espero que hayan sido aclaradas. Me comentaste que sos consciente de esta situación y que dormís más de lo que te gustaría o que no te sentís a gusto con la estadía. Que con quejas, sin quejas, con dudas o sin dudas… el juego se te hace cuesta arriba. En vos solo veo angustia y deseos de no estar más en mi casa. Eso, Keila, me angustia mucho a mí también”, le dijo Gran Hermano a la jugadora que iba a ser echada apenas segundos después.
“Por lo tanto, Keila, quiero que en este mismo momento te despidas rápidamente de tus compañeros y te dirijas a la puerta giratoria para abandonar la casa. Sin tus valijas. Más tarde te serán entregadas tus pertenencias”, le comunicó GH a la participante que fue eyectada de la casa por no jugar. Keila se quebró en llanto y les pidió perdón a sus compañeros de la casa. También suplicó que la entiendan y reiteró que extraña mucho a su familia.
Horas antes de la expulsión, la jugadora oriunda de Tigre lamentó tener momentos de mal humor a causa de extrañar a su familia y asegura que ya no puede distraerse tan fácilmente. “Yo no soy esto”, declaró entre lágrimas.
Brian Alberto y Lourdes Ciccarone consolaron a Keila. “Yo no me voy a ir por la puerta giratoria”, declaró Kiki erróneamente sobre su futuro, aunque luego afirmó que la casa “le da ansiedad” y que “extraña sus cosas”.
Keila también expresó que se siente que se está fallando a sí misma, a quienes la eligieron en el casting para ingresar la casa de Gran Hermano e incluso a las miles de personas que se presentaron para entrar al reality. “Me siento encerrada. Me ahogo y no estoy bien. Quiero ver a mi hermanito, a mi abuela, quiero ver a todos. No sé qué hacer. No puedo conmigo, necesito ver a mi familia y estoy desesperada”, consignó Keila.
Del Moro comentó que la jugadora ha sufrido varios episodios de angustia y ansiedad a lo largo de su mes dentro de la casa, y que luego de ofrecerle varias veces la posibilidad del abandono, ella siempre la rechazó; por lo cual llegó el momento de la expulsión.
La expulsión, y la forma en la que se fue, causó revuelo en la red, donde se preguntaron cómo expulsan a alguien por no querer jugar, a la vez que se preguntaron por qué no apuntalaron a Keila con psicólogos para calmar su angustia. Por otro lado, cuestionaron que en emisiones anteriores otros jugadores han puesto en duda la transparencia del juego pero nunca les llamaron la atención.