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Mabel López, la madre de Lowrdez Fernández, salió a hablar luego de que reapareciera su hija en estado de vulnerabilidad en el domicilio de su expareja Leandro García Gómez. Ella fue quien hizo efectiva la denuncia por miedo a que corriera riesgo la vida de su hija.
Luego de que se diera a conocer que la carátula de la denuncia se basa en la privación ilegítima de la libertad agravado por violencia de género y utilización de narcóticos, la mujer salió a hablar con Ángel de Brito en su programa de streaming en Bondi Live donde aseguró que "no la vi porque estaba muy enojada conmigo. Yo ya me la esperaba esa reacción, ella hoy no está consciente del peligro que corre. No entiende el riesgo que corre su vida. Por lo menos, como dice Lissa Vera, estará enojada pero con vida".
Más tarde, también se animó a hacer una nota para Intrusos (América TV) cuando Andrea Taboada se acercó amablemente a su hogar. Allí, se tomó su tiempo para destacar la labor de la prensa: “Quiero agradecer a mis hijos y a ustedes, los medios, porque en un momento dado todos los periodistas empezaron a presionar por la bendita orden de allanamiento, que finalmente se produjo. Y a todo el grupo de amigos, que fueron un sostén. También al equipo de búsqueda de personas, que finalmente entraron. Yo estuve en contacto con el jefe y fue todo una maravilla, actuaron re bien”.
Entonces, recordó el mensaje de la cantante de Bandana pidiéndole disculpas a su expareja, hoy detenido: “Ahí me agarró el ataque. Yo no sabía si lo había hecho ella o él. En ese momento me fui a la fiscalía para averiguar, y ahí me entero que había otra denuncia por una vecina que llamó al 911 por escuchar violencia. Le dije a Lourdes que no podría pedirle perdón después de esto, y medio que nos dejamos de hablar porque yo necesitaba procesar todo. Después ella se fue, porque vivía en la parte de adelante de mi casa, donde se crio”.
La difícil decisión de Mabel de denunciar a la expareja de Lowrdez Fernández
Así, recordó el último día que la vio personalmente: “Yo cumplo años el 3 e hicimos una fiesta el 4. Le mandé la invitación y, en la fiesta, con gente que me acompañó durante décadas, ella no llegó bien. Se quejaba de dolor en las costillas y decía que se había caído de la escalera. La que le notó las lesiones fue mi otra hija”. A ella le pareció extraño porque "me pidió un tranquilizador porque se había fisurado por caerse de una escalera. Estuve a punto de preguntarle, pero no lo hice. También le noté algo en los pómulos. Si se notaban los golpes el 4 y habían sido el 1, creo que toda esta situación obedece a que alguien esperaba que se diluyeran las pruebas de los golpes".
En cuanto a la última oportunidad en que se pusieron en contacto, contó: “Me llamó por teléfono para decirme que no podía venir por el día de la madre. Ese día también fue el cumpleaños de él. Después nada". Y, días después, “determinadas personas me empiezan a mandar audios de ella hablando de una forma terrible, no podía articular. De varias fuentes me los mandaron, y yo tengo algo particular con ella: cuando pasa algo con Lourdes, me pongo inquieta. Hace 48 horas que tenía insomnio. Entonces me fui, hablé con su abogado, que estaba preocupado, y presentó un escrito”.
Ahí es cuando optó por hacer efectiva la denuncia: “Me atendieron, me hicieron un acta y esperé más de dos horas porque te ve un equipo de una psicóloga social. No entendía cómo yo podía hacer la denuncia, porque pensé que lo hacía la víctima. Me dijeron que mi denuncia me habilitaba a pedir una perimetral contra él y una pericia para saber el estado de mi hija. Decidí llevarlo al fuero penal”.
“Yo le mandaba información al equipo de la Policía de la Ciudad y al encargado que me tomó la denuncia. Hasta que no tuviese la noticia oficial, no salí de casa. Cuando me llamó el subcomisario, entré al Fernández por Guardia. No pude hablar con la médica clínica, hablé con el encargado de salud mental y me dijeron que estaba en tiempo y espacio, que le iban a dar el alta. Me dejó muy en claro que no me quería ver. Pero si no me quiere ver por tres años y ella está bien, no me importa”, siguió contando.
Incluso, se mostró molesta con el padre de Lowrdez por salir a reafirmar las declaraciones que había hecho su hija en sus redes: “Él dijo que estaba enferma. Yo no podía escuchar eso, porque vivo en una realidad cotidiana con Lourdes, sé todo. Él le cree todo y yo no le creo nada. Cuando dijo que le habían dicho que estaba en la casa de su amiga, yo sabía que no era así”.
Asimismo, reveló cuál era su vínculo con Leandro: “Cuando se separaron pude tener contacto con él, pero después me bloqueó. Ha venido a almorzar a mi casa. Al principio era un amor, la trataba como una reina. Me enteré de los golpes, y aunque no sé si Lourdes me dijo la verdad, la quise ir a ver en pandemia, pero ella no quería porque decía que tenía Covid. Después me enteré que fue porque estaba toda golpeada”.
“A mí me conmueve verlo con las esposas, a un hombre que es ingeniero. Me hace pensar: ¿en qué momento armó ese circuito psicopático? Lo que pasa es que con este tipo de enfermedad mental hay que ser muy misericordioso, el enfermo mental no elige ser enfermo. No le tengo miedo a él. A mis hijos les digo: a lo único que le tienen que tener miedo es a tener miedo, porque eso te paraliza y le da poder al otro. Pero es muy kamikaze mi pensamiento”, aseguró visiblemente conmovida.
Finalmente, Mabel manifestó: "Gracias a dios está viva, ahora viene el trabajo más difícil. Pero hay que salir adelante, todo es movimiento. Lo anormal es quedarse quieto. Hay que intentar que pueda seguir con el tratamiento, pero ahí entra el trabajo judicial. Hoy tengo más herramientas que antes". Y, concluyó: "Si ella decide no denunciar a este hombre, yo la entendería. No me sorprendería esa actitud de Lourdes, pero en este momento la querellante soy yo, y tengo un montón de cosas para seguir adelante. Esto es lo que me da tranquilidad. Si ella está viva y acompañada, eso es todo lo que importa".