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6 de febrero de 2018 trascendió la inesperada y dolorosa muerte de Débora Pérez Volpin tras una insuficiencia cardíaca, consecuencia de una mala praxis en medio de una endoscopía. Desde entonces su pareja, Enrique Sacco intentó reconstruir tras mucho dolor su vida, hasta toparse nuevamente con el amor y la posibilidad de reconstruir su vida, junto a la ex Gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal. Con un tono conmovido, pero calmo y de superación, el periodista dialogó con Intrusos y reveló como se sintió en aquellos tiempos en el que perdió a la periodista.
"Lo que ocurrió fue un dolor enorme. Nos dolió que se comprometieran a colaborar y no lo hayan hecho, que nos mientan, entre otras cosas. Cuando le preguntamos al director del sanatorio y los médicos lo que sucedió, no sabían que responder. No tenían un diagnóstico preciso. Yo no quiero revancha, solo buscaba Justicia ", aseguró Sacco sobre las sospechas contra aquellos que le realizaron como un chequeo de rutina, ante reiterados dolores de panza, una endoscopía que registró una perforación y consecuente fallecimiento.
"Hay una responsabilidad, si hacés bien tu trabajo tenés un premio y si lo haces mal un castigo. En este caso, que era una vida joven, sana , etc, merecía todo esto ir a la Justicia", sumó y añadió recordando cómo se encontraba su mujer en aquellas horas previas a su muerte: "Estaba impecable , estuvo impecable hasta el último momento".
"Consideramos que era lo más lógico que se haga los estudios porque cada dos por tres tenia un dolor estomacal. Ella había sido elegida Legisladora y como iba a empezar la temporada, se empezó a hacer los chequeos", recordó Enrique de aquellos momentos previos cuando Débora estaba en pie y estaba programando la endoscopía para quedarse tranquila con un informe más detallado sobre su salud.
Según lo que indican las estadísticas, las probabilidades de morir por un estudio como el que le realizaron a la ex conductora de televisión son muy bajas, por lo que Sacco destacó: "Pareciera que la vida tiene puntos diseñados y cuando te toca , te toca. Porque la probabilidad es muy baja de que pase lo que pasó".
El viudo de Volpin, aseguró que heredó el amor de los hijos de Débora y que el tiempo lo fue sanando con la ayuda de la terapia y de la meditación. Sin embargo recordó que en el momento en el que el médico lo llamó para decirle que "se estaba complicando" realizó una analogía con una situación prácticamente igual a la que vivió con su padre de adolescente cuando, pocas horas antes de su muerte, le dijeron la misma frase. "Iba manejando y temblaba, no sé ni como estacioné el auto", confesó conmovido sobre el comunicado de los últimos minutos de su pareja fallecida.
Por este trágico episodio en su familia y la falta de explicaciones que cerraran, el caso fue a la Justicia, terminó en juicio oral y afirmó que si ella estuviera en vida, estaría de acuerdo con que lo hayan llevado de esa forma. Todos sabemos que las heridas cierran con el tiempo y que el dolor no desaparece de un día para el otro. Sin embargo, el traspaso del caso a la Justicia lo dejó dormir tanto a él como a su familia más tranquilos, en paz y con un mayor impulso de resiliencia.
Sobre esta última palabra se detuvo y reveló: "Agustín (22) y Luna (19) son jóvenes. Nos fue muy duro , tuvieron la contención de toda la familia, pero con el tiempo aprendimos a tenerla a Débora en nuestros diálogos, en los cuales la recordamos como una persona íntregra, buena gente, solidaria y con alegría como era ella. Cuando se fue tenía dos o tres momentos en los que encontraba tranquilidad . Cuando viajábamos con los chicos, cuando corría o tomaba un café y tenía la mente en blanco. Pero lo más importante fue saber que estábamos todos juntos saliendo adelante. Nunca perdí al esperanza y eso fue mi apoyo y mi fuerza para seguir adelante y llegar hasta el juicio que era lo que correspondía. Nadie entendía lo que había pasado y hasta lo tomaron como un caso de estudio".
Sin embargo, en la vida todos tenemos una segunda oportunidad. Así le sucedió a Sacco, quien se cruzó tiempo después con una de las figuras políticas más fuertes del país. Al respecto lanzó: "Débora me puso a Maria Eugenia enfrente. A veces el destino es muy loco, pero si no era por el caso de ella, yo quizás no la hubiera conocido" y cerró: "Un día te das cuenta que podés volver a sonreir de nuevo. Te pase lo que te pase, tenemos la capacidad de levantarnos y salir fortalecidos. La vida tiene que volcarse hacia la civilización del amor, que es lo que cura, te hace feliz y te hace crecer. Con Eugenia sentí la posibilidad de volver a vivir, nuestra familia se ensambló bien y tenemos el proyecto de construir una familia".
Finalmente, cerró: "Todo es un aprendizaje, una lucha , un crecimiento. uno vive el día a día. No te crees resiliente desde el principio, quiero pasar un mensaje de que hay que fortalecerse para salir adelante y ojalá este relato puede ayudar a losque estén pasando por algo similar ".
A.A