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Clemente Zavaleta, hijo de María Emilia Fernández Rousse, una de Las Trillizas de Oro, sufrió un grave accidente mientras disputaba un partido de polo de Palm Beach, en Estados Unidos. El joven se encuentra en estado crítico.
Según trascendió, el polista fue embestido por otro jugador y cayó al piso junto con su caballo. Por el accidente, quedó inconsciente entre 10 y 15 minutos y tuvo que ser trasladado en helicóptero hasta un hospital donde fue operado de urgencia y, actualmente, permanece en coma.
La información que se maneja hasta el momento indica que 'Corchito', tal como se lo conoce en el ambiente deportivo, tuvo una lesión en el tronco del cerebro y un coágulo en el mismo lugar. Además, fractura de varias costillas y perforación en un pulmón. Es por esta razón que no se descarta una nueva operación.
Tanto su padre como su mamá se encuentran en el país. De hecho, la trilliza se había tomado unos días de vacaciones junto a su madre y sus hermanas pero se espera que viajen con urgencia al país norteamericano.
Clemente Zavaleta es fruto del matrimonio de la Trilliza María Emilia y el también polista Clemente Zavaleta padre. Tiene una hermana mayor, llamada Emilia y otra más chica, Sonia. Se casó en 2014 con la francesa, Isabelle Strom, amazona profesional, con quien tiene dos hijas: Olympia y Assia.
La espeluznante experiencia que tuvo Laura Laprida con un desconocido que irrumpió en su casa
La hija de María Eugenia Fernández Rousse, otra de Las Trillizas de Oro, contó a través de sus historias de Instagram, la terrible y espeluznante experiencia que vivió en su casa en Madrid, donde vive junto a su esposo Eugenio Levis.
La actriz fue sorprendida ayer cuando se dio cuenta de que en su living había un desconocido: "Me levanto a las siete de la mañana a hacer pis y desde la ventana de mi cuarto, que da a mi living, vi que tenía la luz prendida. Salgo para apagarla y veo un bulto en el sillón de mi living, con mi mantita gris, y digo. 'Ay, Eugenio dejó todo hecho un quilombo anoche. ¡Qué fiaca! Pero me acerco bien a ver y ese bulto tenía pelos y tenía botas. Había una persona en mi sillón. Así como lo escuchan. Me quedé un poco en shock".
Laprida estaba incrédula ante lo que veía e inmediatamente en buscó a su esposo Eugenio: "Le digo 'gordo, hay una persona durmiendo en el sillón'. Se levanta, lo mando al living y me dice 'hay una persona durmiendo en el sillón'. No sabíamos quién era. No sabíamos qué hacer. La persona desconocida respiraba y al lado de este cuerpo durmiente estaban sus pertenencias. Su teléfono y una petaca de ron. Uno de mis vasos tenía ron. Sí, teníamos a una persona alcoholizada durmiendo en mi sillón".
F.E.D.V