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Lejos del personaje de diva, Graciela Alfano habló en exclusiva para LIBRE, tras el escándalo que se armó luego de que le le diera una trompada a su enemigo número uno, Aníbal Pachano.
“Los otros días, y sin querer politizar la cosa y mucho menos compararme con la presidenta, me sentí muy cerca y muy identificada con ella cuando vi que tuvo una especie de bajón de presión. A mi me pasó lo mismo, todo esto me desbordó y te juro que el miércoles mi intención no fue ir a agredir a Aníbal Pachano. Fui a pedirle que bajara dos cambios. Todos piensan que me enojé cuando dijo que había hecho mi carrera acostándome con señores. No fue así. Hubo otra cosa que nadie levantó ni tomó en cuenta: la noche anterior, en el programa Animales Sueltos, Aníbal había amenazado con mostrar fotos que él supuestamente tiene mías con el señor Massera; es un gran disparate, porque no existen. Fui a hablar bien con él, a pedirle que sigamos con el show pero desde otro ángulo, no desde ese lado que es un tema muy doloroso y que está en la justicia, pero se desbordó y terminó como ya se vio: un trompazo, un vaso de agua, él tironeándome del brazo -muestra el brazo morado- y uno de los bailarines tratando de separarnos”, arrancó con todo la actriz.
La hoy jurado en stand by está arrepentida por el acto de violencia que la apartó de ShowMatch. Adrián Suar, como ocurrió cuando Ricardo Fort se fue a las manos con Flavio Mendoza, decidió darle un descanso de la pantalla de El Trece y está suspendida. Pero, como dijo este diario un mes atrás, este sería el último año de Grace en el Bailando.
“Hace meses que vengo pidiendo disculpas por las cosas que se me van de las manos, fue solo una reacción de alguien que desde hace meses le vienen picando la cabeza como el pajarito carpintero de la publicidad que repite ‘estás gorda, estás gorda, estás gorda’ hasta que te pudre el cerebro. Yo soy funcional al show, hago lo que tengo que hacer pero todo con un límite, que es cuando ya empieza a afectarme anímicamente”. Por decisión de Marcelo Tinelli, su lugar hoy lo ocupa Carmen Barbieri. “Es una gran profesional y la respeto”, asegura.
“Voy a extrañar estos días sin el Bailando, aunque vuelvo, El Chato (Prada, productor de Ideas) me dijo telefónicamente que está todo más que bien conmigo. Los que festejaron mi caída no se dieron cuenta de que no me caí, solo me agaché y di un paso al costado para descomprimir el asunto”, aclara Alfano, antes de arriesgar lo que parece ser la mejor definición de sí misma.
“¿Sabés qué pasa? La gente me ve mas fuerte de lo que soy, pero la verdad es que soy una señora grande de casi 60 años. No me ayuda ni mi cara, que mantiene ese aire juvenil, pese que tengo retoques, ni el cuerpo, ya que tengo un lomazo que cualquier pendeja envidiaria. Doy una mina de 38 pero tengo la cabeza y la mentalidad de una señora de 60. y me canso, hay momentos en que no puedo más.”
–Hay un límite muy delgado entre la cordura y la locura, ¿crees que pudiste rozarlo?
–Esto puede llegar a enloquecer a cualquiera, yo soy muy fuerte, pero creo que está llegando el límite de lo que puedo soportar. Son demasiadas cosas y a veces siento que no doy más, y si no fuera por la gente del Twitter que me sigue y me apoya ¡no se lo que haría! Mis 700.000 seguidores son mi gran sostén.
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