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En los últimos días Elina Fernandez Fantacci y Eduardo Costantini fueron los nombres más mencionados en las redes y en los medios, dado que su casamiento tan repentino y con la brecha etaria que hay entre ambos encendió la polémica y las conjeturas sociales: ¿Cómo logró la modelo de 30 años capturar al multimillonario? . Según Anamá Ferreira fue un plan maestro, digno "del asalto al Banco Río" dado que la modelo investigó cada paso del empresario para estar donde él estaba y seguirlo. Sin embargo el 'gualicho' "agua de tanga" fue la teoría ganadora. Sobre este último punto reposó Luis Ventura para mandar al frente a un reconocido conductor, quien tuvo un fetiche sexual con la tanga de su ex.
"Un conductor de televisión no sólo tomaba tecito de eso, sino que la persona que lo seducía lo hacía oler la tanga o la bombacha cuando terminaba de trabajar", reveló inesperadamente el periodista en Infama (América). Al escuchar estas palabras, Pia Shaw indagó entre gestos de asombro: "Perdón ¿Un conductor que actualmente está en esta casa? (América)”. Sin embargo, la conductora se llevó una respuesta seca y tajante por parte de su colega: "No lo voy a decir".
Frente a este halo misterioso que instaló Ventura en el canal y entre los panelistas, Shaw insistió y le consultó si hoy seguían juntos. “No, ahora ya no están juntos y en la época fue escándalo. Él estaba muy enamorado de ella, pero hoy ya no”, soltó Ventura entre un tono misterioso dejando más preguntas que respuestas. Ante esta situación fue Cora Debarbieri quien le consultó si él era consciente del hechizo. "Cuanto te ponen una bombacha en la cara y te la hacen oler, sos consciente, me parece”, remató irónico.
Recordemos que el 'gualicho' del que Ventura hace mención, que responde al que sostienen que Elina le hizo a Costantini, se trata de un preparado en el que la mujer lava su bombacha/ tanga con agua, guarda ese líquido y se lo hace tomar a quien quiera enamorar junto a una infusión. Es un tipo de 'magia negra' de carácter desagradable y malicioso para obtener la atención de corazones esquivos. ¡Tremendo!
A.A
