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Bailó con Hernán Piquín, hizo temporada con Stravaganza, se desempeñó como asistente de coach en Showmatch e incursionó en La Voz y Aliados, pero su proyecto más importante está en plena gestación. En cuatro meses, Melina Dibos será mamá de Emilia. “Es una beba muy buscada y muy deseada, así que no veo la hora de conocerla”, confiesa la coreógrafa y bailarina.
Casada hace tres años con el jugador argentino Leandro González Pires (ex River, Tigre, Arsenal y Estudiantes de La Plata), no duda en acompañar a su esposo vaya donde vaya. “Nos conocemos hace ocho años y para mí la vida nómade nunca fue un problema, me gusta adaptarme para estar con él. Cuando jugó para el KAA Gent vivimos en Bélgica y después de un tiempito regresamos al país, hasta que el Tata Martino lo convocó para el Atlanta United y nos mudamos a Estados Unidos”, explica.
–¿Cómo te encuentra el embarazo?
¡Muy activa! Estoy acostumbrada a moverme todo el tiempo. Por lo general, hago danza, boxeo y entreno, pero con el embarazo tuve que regular, así que me pasé al team pilates. Mantenerme ocupada me hace bien porque estar lejos de la familia es difícil para los dos, sobre todo en este momento. Por suerte, pueden venir a visitarnos y a acompañarnos. ¡Cuando llegan todo es una fiesta!
– ¿Dónde nacerá Emilia?
Decidimos que la nena nazca en Estados Unidos porque los últimos dos meses no voy a poder viajar y lo mejor va a ser estar cerca del papá. De todas formas ya es argentina, porque yo quedé embarazada cuando fuimos a visitar a nuestra familia en vacaciones, luego de varios estudios en Estados Unidos.
– ¿Cómo hiciste para proyectar tu carrera en otro país?
¡De todo! Como la danza me acompaña siempre, lo primero que hice fue dar clases. Luego audicioné para una compañía de danza contemporánea, quedé, me subí al escenario e hice temporada en un teatro de Atlanta. En un momento, también, formé parte de un equipo de porristas de la NBA y llegamos a la final. Después decidí dar un paso al costado porque si bien fue una experiencia diferente, no me interesaba.
– ¿Volverías a incursionar como porrista?
Sí, pero desde otro lugar. Ahora, por ejemplo, tengo en mente formar el equipo de porristas del Atlanta United. Es uno de mis proyectos pendientes y tengo muchas ganas de concretarlo, así que cuando llegue el momento se lo presentaré a quien corresponda y veremos qué pasa.
–¿Te imaginás compartiendo cancha con Leandro?
¡Me encantaría! Acá es muy común que el fútbol le ceda espacio al show, la gente que va a los estadios espera algo más que los partidos: quiere divertirse, pasarla bien, escuchar cantantes y ver espectáculos. En ese sentido, me gustaría contribuir para agregarle valor al juego. Será cuestión de charlar con los clubes y estudiar la manera, pero en principio pensé en armar un equipo profesional de bailarines capaces de mostrar todo su talento y entretener a los espectadores.