Selena Gomez pasó dos semanas en rehabilitación, donde entró de manera voluntaria para tratar problemas personales, no relacionados con adicciones ni desordenes alimenticios.
"Selena decidió someterse voluntariamente a un tratamiento psicológico en el centro de rehabilitación Meadows, en el estado de Arizona, pero sus problemas nada tienen que ver con una supuesta adicción a ningún tipo de sustancia", reveló un portavoz de la artista a través de un comunicado.
Sin embargo, fuentes cercanas a la estrella revelaron a TMZ que Selena no concluyó su tratamiento en el programa de Meadows llamado DAWN, especializado en problemas con alcohol y marihuana.
La actriz dejó el centro para acudir al Festival de Cine de Sundance, prometiendo a su equipo que volvería tras su viaje, pero no cumplió alegando que estaba curada, informa Univision.
De acuerdo a los trascendidos, si bien en un principio se dijo que el paso de Gomez por "rehab" estaba relacionado con su forma de beber alcohol y su afición por la marihuana, e incluso se culpó a su ex, Justin Bieber, por inculcarle estos vicios, amistades de la estrella señalaron que nada de esto es cierto, y que se internó porque estaba "estresada".
"Ella fuma y bebe muy ocasionalmente, pero no está luchando con el alcoholismo o la adicción a la marihuana", explicó la fuente, aunque muchos ponen en duda estas palabras.