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Moria Casán estuvo en Intrusos, y se refirió a su fuerte enfrentamiento con su hija, Sofía Gala, con quien se peleó en una grabación de Malas Muchachas, ciclo al que finalmente la actriz terminó renunciando.
La diva contó que desde que se pelearon, no volvieron a verse ni hablar en persona. "Empezó bardeándome por mensaje y yo le contesté con cosas peores. Me dijo 'mamá te amo, necesito que hablemos'. Pero no quiero hablar. Yo me priorizo", explicó.
"Yo no he sido de poner límites. Soy el sostén de ella porque tuvo un padre totalmente ausente. Tuvo un coma alcohólico cuando era más chica y tal vez tuvo un enojo con el padre y lo traslada a mí, pero no merezco el maltrato ni que constantemente me esté castigando. Me dice que la expuse cuando era chica y no es que la llevé, la sometí y la expuse. Ella me culpa de haberla metido en el medio. Se enojó mucho con la prensa cuando tuvo una relación con el cirujano de 40 años", recordó Moria.
Además, reconoció que su hija podría estar en problemas con las drogas. "Ahora volvió a las andadas. Yo creo que tiene que ver con las drogas. Hay alertas: demasiado sueño, no sale de su departamento, falta luz y tampoco quiero que Helena -su hija de 5 años- viva esa vida con persianas cerradas, es algo desagradable. Tiene un dilema existencial desde que trabajó con Fernando Peña, esa cosa de la vida no vale nada, esa subcultura del autoboicot, de que en la vida hay que vivir de excesos".
Moria también señaló que una vez fumaron marihuana juntas, pero le restó importancia al episodio. "Una vez fumamos marihuana juntas, pero fue una pitada, fue compartir algo que ella me pidió y no me pesa. Pero no me sentí nunca amiga de mi hija, hay un reloj interno que te dice 'hasta ahí'", subrayó.
Sin embargo, indicó que no piensa quitarle a Sofía la tenencia de Helena: "No llegaría a eso al menos que lleguemos a una situación extrema, no averigüé legalmente. Veo que no tiene responsabilidad y hay que ponerle un coto, yo siento que no estoy capacitada, que la ayude un psicólogo. Había empezado algo, estaba mejor y lo dejó. Quiero que la vida de Helena sea armoniosa como la de una nena de 5 años".
La actriz asimismo actuó una situación de cena con su hija, y criticó que "nunca tiene servilletas y como siempre con papel higiénico", y que las porciones que sirve son mínimas.
Por último, Moria destacó que "la independencia económica te corta el síndrome de Peter Pan", y así justificó su decisión de dejar de ayudarla económicamente.
"Ella gana, pero en el cine no pagan mucho. No hay mucho trabajo. Ella no agarra todo. Ella es muy especial... La plata de las películas se termina rápido", resaltó.
