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Mario Rubén González, mundialmente conocido como Jairo, habló del terrible momento que vivió durante un vuelo, y lo cerca que se sintió de la muerte.
En diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live (lunes a viernes a las 17 por el Instagram de Radio Mitre), el cantautor argentino, de 71 años de edad, se refirió a una dramática experiencia en un avión años atrás.
"He tenido algún momento gravísimo que pensé que me moría directamente. Una vez tuvimos un 'casi accidente de avión' que fue muy espeluznante digamos. Todavía me despierta un poco de temor y me da una sensación de angustia muy grande porque fue extremo", arrancó su relato Jairo, intérprete de éxitos como Memorias de Una Vieja Canción, Tu Alma Golondrina, De pronto sucedió y Me Gusta Mirar Las Nubes.
Y continuó: “Yo tenía que ir a cantar a Los Alpes en una estación de esquí y ellos tienen un auditorio muy bonito. Siempre está nevando por las noches ahí. Pero está arriba de todo. Éramos unos 20 pasajeros y nos agarró contra pronóstico que había habido un error y nos agarró una tormenta de hielo en el transcurso de viaje".
"No sabes los ruidos de los pedazos de hielo pegándole al avión, que era chico. Vos los veías. Había una descompostura general. Lo insultaban al piloto. No sabes las cosas que le decían. Se veía muy mal la cosa“, manifestó.
"La cuestión es que en un momento dado el avión se puso al revés. Esto debe haber durado dos minutos, no creo que más porque la gente no hubiera resistido. Yo me puse la cabeza en las rodillas. Estaba en la primera fila", explicó Jairo la dramática situación. En lo único que pensé fue en mi familia, en mi mujer y en mis hijos, que eran chiquitos", manifestó el artista.
"Se me pasó todo por la cabeza de una manera muy vertiginosa. Cuando pasó la tormenta, se vio la pista de aterrizaje y estaba cerrada. No podíamos aterrizar. Tuvimos que dar una gran vuelta para volver la Ciudad de donde habíamos salido. Y cuando aterrizamos había ambulancias. Los estados de ánimo estaban alterados", señaló.
"Cuando llegamos, yo levanté la cabeza y empezaron a entrar los médicos. Uno a uno los iban levantando y yo fui el último. Vino un médico y yo me puse de pie y me caí sentado de nuevo. No me respondían las piernas", concluyó Jairo.
L.M