viernes 19 de abril del 2024
TEATRO 22-06-2021 18:00

Gonzalo Urtizberea: "Prefiero manejar Uber antes que dar clases por Zoom"

El actor conversó con Exitoína y se refirió a la compleja situación económica que enfrenta el mundo del teatro. Su manera propia de sobrevivir y su perspectiva crítica ante un país que atraviesa la segunda ola de coronavirus.

El 2020 fue difícil para la industria teatral que permaneció inactiva durante mucho tiempo. Poco a poco, la colonia artística comenzó encontrar la forma de articular su vuelta entre las restricciones y los protocolos. Gonzalo Urtizberea fue uno de los tantos que animó al público para que volvieran a las salas; alcohol en gel mediante y respetando las distancias pertinentes. Sin embargo, hoy admite que se equivocó. 

El actor cuyo último proyecto fue “Caprichos”, la comedia que protagonizó junto a Nancy Anka y Beto César en el teatro Premier, dialogó con Exitoina y se refirió a las adversidades que tuvo que afrontar con su profesión en un contexto económico azotado por la pandemia. 

Además, el hermano del humorista Mex Urtizberea, detalló cómo se fue adaptando a la fuerza a “las nuevas reglas del juego”, su resistencia a las mismas y su visión sobre un nicho de entretenimiento que -según él mismo augura- enfrenta a un futuro crítico.

¿Cómo te sentís y como ves al teatro en general respecto a esta situación de pandemia actual?

-Un poco culposo..-balbuceó- porque yo en ese momento dije “el teatro no contagia, vayan al teatro” y no me parece que haya estado bien, me siento un poco arrepentido. Fue una necesidad más que nada emocional, porque yo sabía que económicamente no me iba a devolver plata, pero sí que me iba a levantar de forma anímica. Se ha propagado el virus para peor así que hay que ir cerrando todo, me parece correcto.

-¿Cómo ves el teatro inserto en esta movida nueva, en esta situación nueva de pandemia por Covid-19?  

-Realmente no lo veo nada bien y no creo que esto se abra hasta dentro de un tiempo. Estoy pensando trabajar en Uber, para ver cómo puedo vivir. Tampoco estamos apoyados. Yo comprendo que no nos van a ayudar económicamente porque no somos esenciales. Y está bien, no hay plata. Si no pueden ayudar a los jubilados ¿qué nos van ayudar a nosotros? Siento que se quiere transformar esto en una cuestión nacional. Se empuja, se trata de empujar... Como hay elecciones dentro de poco, se trata de llevar todo a un problema nacional, de Argentina, y no es nuestro, es de todo el mundo.

-Hoy en día por el coronavirus se pusieron de moda las obras virtuales. ¿Qué opinión tenés?

-No anduvieron bien, salvo la obra de Martín Bossi, porque es más espectáculo. La gente se enganchó al principio, pero el teatro es una “mise en scene”, una comunión de almas. Vos estás arriba de un escenario y estás sintiendo lo que siente la gente, y la gente siente lo que vos sentís. Es un hecho donde la gente paga una entrada para ser engañada, sabe que le van a mentir y la paga igual. Pero esa comunión es irremplazable. No es la televisión ni el cine. El público son personas que se sientan y abren el corazón. Es un hecho muy particular, es el único momento en que la gente siente confianza, seguridad en que no les va a ocurrir nada.

-¿Pudiste hacer todos los géneros que quisiste? ¿O hay algo que te falta por hacer a nivel actoral?

Pude hacerlo. Soy conocido por la televisión, pero me dediqué más que nada al teatro. He hecho tragedias, dramas… Si me hubiera dedicado sólo a la televisión, se me hubiera complicado más. Pude hacer todo tipo de personajes, que era lo que yo quería hacer; una gran gama de personajes para todo tipo de géneros.

-Me resonó esto que decías de ponerte a trabajar en Uber. Con tu experiencia y todo lo que has vivido arriba de las tablas, ¿no te gustaría dar clases de teatro virtuales? ¿Cómo te sentís con la virtualidad?

-No, para dar clases no. Para dirigir, sí. Estoy dirigiendo un grupo de Mar del Plata, una obra de Tolcachir, El viento en un violín. Dirigir teatro a distancia por Zoom hasta te digo que es más productivo, se dispersa menos el actor. Está mucho más concentrado. Pero las clases no, porque hay algo fundamental que es el tocarse, el mirar al otro… Ahí lo presencial es fundamental. Prefiero manejar un Uber. Te digo la verdad, yo tuve verdulería, vendí libros, he hecho de todo en mi vida…

En su carrera cinematográfica con Cocho Paolantonio, Gonzalo recordó que él fue la primera persona que le dio la oportunidad de ingresar a la industria. En ese momento, no había muchas obras producidas a nivel nacional. De hecho, el director es una de las pocas personas que ha abierto la puerta a innumerables profesionales, en un escenario distendido y lleno de interesantes anécdotas: “Una vez, tuve que volverme de Cañuelas a Buenos Aires disfrazado de indio porque me habían olvidado junto a un maquillador.”, relata entre risas.  

-¿Cómo fue la relación con tu padre?

-Tenía una admiración profunda. Imagínate lo que es salir por la calle y no poder caminar dos cuadras. Ir a un restaurante y no poder comer tranquilo. Yo con mi viejo tuve cosas que fueron a favor y otras en contra; me asustó mucho la admiración que le tenía. Yo tenía que hacer algo también que tenía que ver con los medios, entonces me costó muchísimo realmente. Porque es la competencia natural que tenés con tu padre. Al padre “tenés que matarlo”, en el buen sentido de la palabra, tenés que ser vos en algún momento. Y cuando tenés un tipo tan popular, tan jerarquizado, prestigioso... ¿cómo hacés? Tener una profesión que también es pública era muy difícil. Creo que eso fue muy duro para mí, me costó muchísimo. De hecho me animé a ser más popular en el ‘89, a meterme en televisión. A ir a pedir trabajo, a buscar; a meterle fuerza a la cosa.

-¿Qué legado te dejó?

-Los vascos somos cabeza dura, somos nobles, honestos, ¿viste? Y esto raya por ahí con la conducta actual, pero eso creo que es uno de los legados más importantes: la honestidad, ser consecuente, la honestidad intelectual, ser consecuente con lo que pensás. Y bueno, me dejó también algo que no hice, que es investigar más, ser más solvente en la investigación, eso no lo hice. Fuí más chanta, más argentino.

-En tu familia hay varios famosos, ¿cuáles son las ventajas y desventajas? ¿Es preferible tener tu nivel de fama o el de Ricardo Darín para el bienestar personal, mental?

-¡Qué pregunta! Yo elegí tener mi nivel de fama, porque la verdad la fama te coloca en un lugar bastante incómodo, bastante antinatural por decirlo de alguna manera, raspa con la humanidad. Basta ver el ejemplo de cómo terminó Maradona, cómo fue el proceso para llevarte a algo más extremo. Realmente la fama no es buena consejera. Porque la gente tiene fantasías sobre vos, creen que sos una cosa que no sos, es una situación realmente violenta para el que la vive. Yo tuve etapas de ser famoso, como en los años noventa y ahí empecé a desequilibrarme. No por creérsela sino porque la gente misma te hace desequilibrar Me llevó a adicciones, me llevó a cosas muy feas, porque no soportás… Se están metiendo dentro de tu cuerpo, dentro de tu persona. 

- Sabemos que trabajaste con tu hermano, Álvaro ¿Por que nunca con Mex?

-Con Mex no trabajé nunca porque me parece que cada uno tiene que hacer su trabajo y su carrera. No me gusta ese corporativismo. Con Álvaro sí porque tiene una productora y es director de cine. Si Mex me hubiera llamado como productor… De hecho con Mex trabajé, en Magazine Four Five. Iba a buscar decorados.. 

-¿Tuviste alguna mala experiencia con el periodismo, que se ha inventado algo que no has podido solucionar, algún enfrentamiento discursivo

-Yo de entrada me enfrenté con el periodismo, les dije: los que dan premios y todos esos tipos son unos chantas. El premio es un negocio donde te usan como actor. El periodismo me parece que son cipayos del poder, en general, hay muy poquitos que son independientes y que realmente piensan, tenés que transar con el poder para ser periodista, decir lo que ellos quieren que vos digas. Considero que los periodistas son quijotes, realmente lo siento así. A mi padre lo echaron de Canal 2 porque iba a denunciar una estafa que se hizo durante el gobierno de Alfonsín. No pudo decir nada al aire porque un senador se lo pidió. A las horas Neustadt se había vendido al subsidio y salió contradiciendo la investigación de mi padre.

Acerca del poder y la situación problemática que enfrenta la Argentina

Finalmente, el entrevistado cerró con una enfática reflexión, donde dió por sentado su hastío general frente al poder de turno, y el desconcierto político que atraviesa la sociedad “Estoy cansado de todos estos manejos que ni siquiera son nuestros. En general el que vota a Macri dice ´yo de política no entiendo nada. Bueno, entendé por favor, entendé y si no, no votés. En ese caso sí estaría a favor del voto calificado.” 

-¿Creés que el impuesto a las grandes fortunas contribuye a aminorar el problema?

-Deja en evidencia el problema, yo no sé si va a contribuir o no, pero está bueno porque se va a exponer al Poder. ¿Vos conocés las caras del Poder? En general no salen en la televisión, no quieren que los vean. Ese es el poder real, no es el político, no es el presidente de la República, el poder real son los que tienen seis mil millones de dólares, entonces digo: “que pongan plata los que más tienen”, pero eso no a va a suceder. Biden está pidiendo que pongan plata los más ricos en los impuestos, se está haciendo peronista; sugiere que hay que volver al sindicalismo porque son los sindicatos los que hicieron Estados Unidos. Para mí esta crisis, esta pandemia, fue provocada por el Poder, no por un simple murciélago. Acá está la mano negra del poder. Lo dijo Merkel unos meses antes, hay mucha gente. Dijo que la expectativa de vida en el mundo está creciendo y es muy peligroso. Lo mismo había dicho Perón en el año ‘52: en el mundo va a haber una descompensación entre los alimentos y la cantidad de habitantes, no que va a haber pandemias sino una bomba atómica.

-¿Cuál crees que sería la solución al problema de la deuda externa el impuesto a las grandes fortunas contribuye a aminorar el problema?

 Respecto a la deuda externa, yo te diría que es un camino difícil. Tenemos que estar todos muy unidos en eso para que no nos vuelvan a meter en la misma situación. Ahora meten un gobierno populista para que la pague. Por eso no creo que Macri haya querido seguir en el poder, no podía seguir, sabía que tenía que pagar. Los plazos de pago los hizo muy cortitos: para el 2021, el 2022 y 2023. ¿Entienden? Él no tenía pensado quedarse en el poder, para nada, porque hay que pagar ahora la deuda externa. El que te mete la deuda externa no es el que la paga.

-Gonzalo, ¿quién elige al presidente: la gente o las multinacionales?

-Lo elige la gente, influenciada por las multinacionales. Clarín, La Nación, todos esos trabajan para las multinacionales, tienen contacto directo. En Chile es Mercurio, en Brasil es O Globo, o sea, esos medios son manejados por la CNN que era de Rockefeller. La línea editorial se la van tirando desde Estados Unidos. Por eso la defensa de Télam es tan importante, porque realmente es nacional.

-Recién hacías mención que el Covid-19 no fue creado por un murciélago, ¿crees que fue hecho en un laboratorio? ¿Con qué motivo?

-Sí, para eliminar gente. Es perverso lo que digo, pero es así. El SIDA tampoco creo haya sido por culpa de un mono de África. El poder es mucho más perverso que lo que uno cree. No quieren repartir la plata, hay una descompensación muy grande entre los que más tienen y los que menos tienen.

¿Qué opinás acerca de los artistas que manifiestan su opinión política en público?

-Yo nunca me manifesté ni fui partidario de nada, porque fui educado por un padre periodista político que me decía: “no te metas en política, vos sos actor”. Recién empecé a manifestarse políticamente hace dos o tres años. Cuando subió Macri, me di cuenta del desastre que iba a hacer.  Entonces dije: “¡No! Esto es un desastre y la gente no se da cuenta que va a endeudar el país, que va a achicar las Pymes y va a hacer pomada el país”. Son todas órdenes de afuera: que no haya industria y achicar los países, todo eso es orden que viene junto con el Fondo Monetario. Esa es la planificación, en realidad, y por eso prestan la plata también. 

 

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