Llegó el día y salió todo bien. Pese a los nervios del mediático, Jacobo Winograd fue operado hoy de la columna y la médula en Los Arcos, y tal como confiaron sus allegados a este medio, la intervención resultó un éxito.
El (ex) chizito descansa en la habitación 401 de la clínica en Palermo. “Los médicos dicen que es increíble: lo operaron y no hizo falta ni que pasara a terapia intensiva. Jacobo ya está en su suite y se quedará por lo menos hasta el sábado”, sostuvo Gastón, íntimo amigo de Winograd.
Según cuentan los amigos, “lo primero que dijo Jacobo cuando se despertó de la operación –que duró poco más de dos horas–, fue ‘tengo hambre’. Pidió una torta para los que llegaban –su hija Nazarena estuvo en todo momento– y él se comió un pedazo. Quienes lo operaron le recomendaron que no hablara”. ¿Misión imposible?.
Tras la intervención, el mediático durmió un buen rato. Su círculo de confianza enfatizó que “no le duele nada” y está muy optimista, pero debe permanecer en Los Arcos por precaución. El miedo que tuvo antes de ingresar a la clínica no se lo saca nadie.