Compartí esta nota
Martita Fort habló luego de su vuelta al país, después de festejar su mayoría de edad en Estados Unidos, y reveló el motivo por el cual volvió al departamento del que Gustavo Martinez se tiró y quitó la vida en el mes de Febrero.
La hija de Ricardo Fort conversó con la revista ¡Hola Argentina! sobre donde se alojaría en Buenos Aires: "Apenas volví de viaje pensé que lo mejor sería ir a un hotel u otro lugar, no volver a esa casa. Y Marisa me dijo: 'Intentá quedarte acá una noche, si querés yo me quedo con vos y después, al día siguiente, hacé lo que quieras'", expresó la joven.
"Al día siguiente dije: 'Bueno, me siento acompañada con Marisa, me quedo'. Porque además es mi casa, están mis cosas, mis recuerdos, mis perros, el gato y no los puedo llevar a un hotel", comentó.
Qué dijo Marta Fort sobre su vínculo con Gustavo Martínez antes de su muerte
En una entrevista que la joven de 18 años grabó para Telefe Noticias, dos días antes de la muerte del entrenador, dijo: "Gustavo es mi tutor, es una persona tranquila, buena y es bastante casera, le gusta quedarse siempre en la casa".
Luego, Martita Fort habló sobre la manera en la que su padre siempre quiso que reconocieran a Gustavo: "Mi papá quería que yo diga que tengo a papá Gustavo y a papá Ricardo, pero como era todo muy nuevo y también capaz que en ese momento era raro decir que tenía a dos papás, siempre le decía tutor a Gustavo y papá a mi papá". En ese momento, la periodista le consultó si consideraba a Martínez un padre y Marta contestó segura: "Sí, sí, igual a él no le gusta que le diga papá, él siempre dijo: 'decile papá a mi papá y a mí decime padrino, tutor'".
Asimismo, después de revelar que Marisa, su niñera "es la que más que nada me acompaña a los viajes, a lugares, es la que me lleva y me trae", Marta confesó que ellos se dedicaron a hacer que el fallecimiento de Ricardo fuese mucho más llevadero para ella y su hermano: "Tenía solo una amiga y mi papá no me dejaba ir a casa de ella, sí o sí tenía que estar ella en la casa, no me dejaba ir a casa de nadie más. Una vez que él falleció, como para que nosotros estuviésemos más felices y para llevar eso de la mejor manera, Gustavo y Marisa nos permitieron quedarnos en pijamadas en otras casas, pero antes eran muy estrictos".
N.C
