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El 2019 fue un año movido para Fer Dente dado que entre la pista del Bailando y la preparatoria para la comedia musical Kinky Boots , el actor no contó con muchos ratos para descansar y darse sus treguas. Sin embargo, durante la performance que llevó adelante en el ciclo lectivo pasado en el certámen conducido por Marcelo Tinelli parecía verse más feliz que nunca, aunque según aseguró en diálogo con Infobae, no fue tan así.
"Me quedé con ganas de estar en las semifinales", comenzó el protagonista de uno de los espectáculos más taquilleros de la calle Corrientes, en el que se luce junto a Martín Bossi, Sofía Morandi y un elenco de lujo en el Teatro Astral, bajo el ala de una historia que conquistó Broadway por el mensaje social y el despliegue escénico y artístico que demanda de sus integrantes. Si bien la mente del artista hoy está ocupada 100% en este proyecto que le reclama mucho de su atención y energía, no logró la misma sintonía el año previo en el cual comenzó con la prepatoria y lo confesó sin tapujos.
"Estuve muy agradecido cuando quedé liberado porque no podía más. Nuestro sueño está prácticamente cumplido. Fue mucho mejor poder recuperar todas las horas que estaba ensayando y grabando el programa para poder ponerlas acá en Kinky Boots que me demanda mucho", lanzó sin medias tintas Fernando, quien se encuentra en uno de sus mejores momentos personales. Y, aunque no esté en pareja, hace tiempo habla de cuánto se liberó luego de confesar que era gay y decirlo sin tabúes. Por lo que hoy asegura mostrarse con todas sus facetas y se subió a un tren de éxito profesional del cual, seguramente, no vaya a bajarse.
Pese al magnífico recorte de tickets en Corrientes, los comentarios del público, los aplausos y las risas intermitentes que despierta el espectáculo direccionado por Ricky Pashkus , Dente recordó al 2019 como un año movido y disfruta de su presente, en el que no se encuentra ni de cerca la pista de Showmatch, al menos por ahora.
A.A
