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El compositor y cantor salteño César Isella, emblema del folclore, falleció este 28 de enero, a los 82 años. El artista padecía una cardiopatía severa.
Según recoge El Tribuno por fuentes allegadas, César Isella falleció este jueves. El artista folclórico salteño sufría una cardiopatía severa que surgió de la quimioterapia a la que fue sometido en 2012.
En junio de 2020, había sido internado en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), aunque su estadía en el centro de salud fue corta a pesar de que su situación cardíaca era "muy delicada".
En 1956 integró el grupo Los Fronterizos, reemplazando a Carlos Barbarán, utilizando su nombre legal Julio César Isella, completando la formación fundada en 1953 por Gerardo López, junto a Eduardo Madeo y Juan Carlos Moreno. Su ingreso al grupo fue decisivo para definir el estilo que haría de Los Fronterizos uno de los conjuntos más destacados de la historia del folklore argentino. Esta formación fue la que llevó al grupo al estrellato y la que alcanzó la máxima popularidad.
Los Fronterizos grabaron cinco temas de Isella cuando este integraba el grupo: "La fiera" (en el disco Hechizo), "Se lo llevó el carnaval" (Voces mágicas), "Guitarreando" (Voces mágicas), "Corazón guitarrero" y "Un abrazo a Corrientes" (Color en folklore). Luego, ya sin Isella, grabaron otros cuatro.
En 1966, inició una carrera solista, con el nombre de César Isella. La decisión sorprendió al público, porque luego de la Misa Criolla, Los Fronterizos se encontraban en el pináculo del éxito.
Isella adhirió a los postulados del Movimiento del Nuevo Cancionero que habían lanzado Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa, Oscar Matus y otros artistas mendocinos en 1963. En esa nueva línea artística, en 1968, lanzó su primer álbum solista llamado Estoy de Vuelta, que incluye temas como "Zamba para no morir" de Hamlet Lima Quintana, y también un tango,"Milonga triste", de Homero Manzi y Sebastián Piana.
En 2007 publicó una autobiografía que tituló 50 años de simples cosas, en la que narró anécdotas y reflexiones sobre sus viajes y su música. El artista acompañó el libro con un disco que incluía otros artistas de la talla de Teresa Parodi, Adriana Varela, Juan Carlos Saravia, el Chaqueño Palavecino, Joan Manuel Serra y León Gieco, entre otros.
Fue director general del Teatro General San Martín, y vicepresidente de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores). Ha musicalizado a poetas como Nicolás Guillén, José Pedroni y Pablo Neruda. Además de "Canción con todos", Isella ha compuesto muchas otras canciones destacadas, entre ellas: "Fuego de Animaná", "Canción de las simples cosas" (con letra de Armando Tejada Gómez), "Canción de lejos", "Canción para despertar a un negrito" (poesía de Nicolás Guillén), "Canción de la ternura", "La patria dividida" (poesía de Pablo Neruda), etc.
El 25 de septiembre de 2012, fue nombrado Embajador de la Música Popular Latinoamericana (con rango y jerarquía de Subsecretario), por la Secretaria de Cultura de la Presidencia de Argentina.
Una de sus últimas presentaciones se dio en el Centro Cultural Kirchner en 2018, donde interpretó algunos de sus clásicos.
César Isella le ganó un juicio millonario a Soledad Pastorutti
César Isella, autor de las famosas “Canción con todos”, fue impulsor de Soledad Pastorutti cuando era una niña y con la que terminó en malos términos, a tal punto que llegaron a la instancia judicial.
El cantante y quien fuera descubridor y representante de La Sole le ganó en 2011 un juicio millonario a la cantante, en un litigio judicial que duró casi siete años.
"Cuando uno firma un contrato ante un escribano público lo tiene que cumplir. Soledad no lo cumplió, su familia tampoco. Lamentablemente tuve que iniciar un juicio, que acabo de ganar. Hablo de un juicio groso, no desde el dinero sino desde la moral. Mi familia quedó muy mal, ellos (la familia Pastorutti) me bajaron la cortina impunemente, sin ninguna razón, desaparecieron y no nos hablaron más", dijo Isella en ese momento.
Tiempo antes, César había expresado que "cuando empiezan no pasa nada y son todos maravillosos, después vienen abogados, el novio, el vecino o el carnicero, todos opinan y se corrompe la cosa”. “Fueron siete años maravillosos, he trabajado como nadie y no me ofrecí, me pidieron que la produjera, como lo había hecho ya con otros intérpretes jóvenes y conjuntos nuevos, ella no es la primera”, añadió entonces trovador argentino.
Entre 1995 y 1997, Isella dirigió tres ediciones sucesivas de la Peña Oficial Festival Nacional de Folklore de Cosquín, e impulsó la participación de músicos jóvenes. Soledad fue una de las artistas que se destacó en esos años.
L.M