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Desnudos arrasa en Mar del Plata y quién no quiere ver a esos cuatro cuerpos de actores que en la vida real son marido y mujer: Luciano Castro y Sabrina Rojas, Brenda Gandini y Gonzalo Heredia. Aparte de ellos, completan el elenco Mercedes Scapola y Luciano Cáceres.
La obra es subida de tono ya que la historia comienza en una cena donde, aparte de hablar de los recuerdos del pasado, sale a la luz la vida sexual en pareja. La conversación llega a un momento peligroso y se preguntarán si serían capaces de reconocer el cuerpo desnudo de sus parejas con los ojos vendados y allí deciden ponerlo a prueba.
Esa misma pregunta en diálogo con La Nación tuvieron que responder Rojas y Gandini. En primer lugar, Sabrina contó que junto a Castro iban a comer seguido a la casa de Brenda y Gonzalo, y viceversa. “Durante los ensayos con Brenda nos planteamos el tema. '¿Vos te imaginás un día, en un asado, de golpe nos desnudamos y me ves a mí manoseándome con Gonzalo?', le dije. Nos pareció demencial, pero a la vez posible", reconoció Rojas.
Gandini, fue más reservada y expuso: "Yo no sé si tocaría al marido de una amiga". Aunque Sabrina se enganchó con el tema y opinó que podría llegar a ser “peligroso” y arrojó una duda: “¿Mirá si descubro que tocando al marido de mi amiga me termina gustando?”, como le pasó al personaje de Julieta Díaz en Dos más Dos (spoiler).
Rojas se copó y expresó que no siente celos cuando ve a Luciano abrazar a Brenda y que a él le pasa lo mismo cuando ella está cariñosa con Cáceres.
Sabrina fue más allá: “El otro día les envié unas fotos que les saqué desde bambalinas, donde Luciano (Castro) la agarra por atrás a Brenda y le besa el cuello, donde ambos están divinos", contó.
Por otro lado Gandini naturalizó ese tipo de situaciones: “Estoy muy acostumbrada a que Gonzalo se bese con otras actrices. Sin embargo, debo reconocer que en este caso, al ser todos amigos, en un principio fue raro", y agregó: “Daba un poco de pudor, sí. Por eso nos costó bastante con Luciano establecer un vínculo de pareja en el escenario".
Sin dudas, las amigas y compañeras en escena están felices con el resultado de la obra y de compartir su trabajo con sus maridos. ¡Por lo pronto la amistad sigue creciendo!
S.F
