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En la madrugada del domingo estaba en un bar, escuchando cantar a un amigo y veo en mi teléfono la noticia de la muerte de Camilo Sesto... Y la música cambió, y me dolió. Porque este artista al que los jóvenes quizás ni conozcan, fue parte de mi infancia y adolescencia. ¡Si habré cantado sus temas bajo la ducha, una y mil veces hasta sacarlos a la perfección! ¡Si habré aturdido a mi familia con aquello de “quererte a ti, es querer ganar el cielo por amor…, es haber perdido el miedo al dolor...”.Y ni hablar si era la versión que él hizo a dúo con Ángela Carrasco, donde, claro, yo hacía las veces de los dos.
Se fue, y sus fans se enteraron por un tuit, porque su vida últimamente era un misterio. Y quizás se fue tarareando en su dolor aquel otro tema que lo catapultó a la fama, Ya no puedo más, porque una falla renal le señaló la hora del final en una habitación del hospital español de Pozuelo de Alarcón. Y si es verdad que en el umbral de la muerte vienen a uno las imágenes de tu vida como una película, en su caso habrán pasado los millones de mujeres que le declaron su admiración allá cuando su España natal convivía con los restos del franquismo y la llegada de la democracia, y él hacía lo que podía y mejor sabía hacer: cantar con esa voz maravillosa esas letras, sus letras, plenas de romanticiasmo que abrazaron a esas mujeres que buscanan una vida nueva. Y habrán pasado también su medalla Máximo Orgullo Hispano que le entregaron en 2011 en Estados Unidos, su único hijo Camilo Blanes Jr. y sus varios escándalos con la madre del joven; y claro, el trasplante de riñón al que fue sometido hace 20 años, el rechazo al órgano y la segunda operación tras la cual renació sobre un escenario para sorpresa de todos. Una voz preciosa y un hombre pleno de misterios, como el de su sexualidad, pero también de amigos que hoy lo despiden con buenos recuerdos y cariño.
Convivió con épocas de esplendor y de olvido, pero fue versionado por casi todos. Melina, Vivir Así es morir de amor, Con el viento a tu favor, Algo más o su gran Perdóname son hitos musicales que ningún romántico puede obviar, y los hizo grandes este hombre nacido bajo el nombre de Camilo Blanes Cortés en Alicante, en 1946, que llegó a vender más de 175 millones de discos y que protagonizo el musical Jesucristo Superstar junto a la nombrada Ángela Carrasco en 1975. Su último disco, Camilo Sinfónico salió en 2018 y ya enfermo, el agradeció al público el éxito de lo que consideraba su mejor álbum. Por todas esas canciones, por tu voz y tu misterio, gracias y buen viaje. Que el cielo hoy tiene una estrella más.
