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Katy Perry, a punto de dar a luz su primer hijo con Orlando Bloom, habló de la polémica que desató Josh Kloss, con quien rodó el vídeo de Teenage dream.
"Creo que vivimos en un mundo en el que cualquiera puede decir cualquier cosa". Con esta frase, Katy Perry se refirió por primera vez a las acusaciones que lanzaron en su contra por acoso sexual hace algunos años.
"No quiero decir 'culpable hasta que se demuestre lo contrario', pero no hay control ni equilibrio: un titular simplemente vuela, ¿verdad? Y no hay ninguna investigación sobre ello", ha declarado en una entrevista al diario The Guardian.
La cantante estadounidense, que dice preferir "no añadir ruido al ruido, sólo verdad", se ha mantenido igualmente cauta al ser requerida para desmentir las acusaciones en su contra bajo la excusa de que no comentar todo lo que se dice sobre ella "porque si entro ahí, toda mi vida sería un juego de verdad o mentira" y "es una distracción del auténtico movimiento MeToo".
La denuncia contra Perry procede del actor y modelo Josh Kloss, coprotagonista del icónico vídeo del tema 'Teenage dream' junto a ella, que a través de sus redes calificó de "abusivos y denigrantes" aquellos días de trabajo junto a la diva.
En un extenso mensaje publicado en su cuenta de Instagram, el intérprete narraba que la artista solo se mostraba amable con él cuando estaban a solas, pero que en público era "fría como el hielo" y que llegó a calificar de "asqueroso" tener que besarlo para las secuencias.
Kloss, que comenta además que declinó una invitación de Karry para ir juntos a club de strip-tease, relató asimismo el "embarazoso" momento que, según él, la cantante le hizo pasar en una fiesta, cuando delante de los demás invitados le bajó el pantalón y los calzoncillos para dejar su pene al aire. "¿Te imaginas lo patético y avergonzado que me sentí en ese momento?”, dijo Kloss en 2018.
A esas acusaciones se unieron las de la presentadora georgiana Tina Kandelaki, quien afirmó que Perry, visiblemente ebria, la manoseó "inapropiadamente" e intentó besarla en una fiesta.
En la charla con la periodista Laura Snapes, Katy Perry también habla sobre el fracaso de Witness, que la cantante de 35 años comenta con un “nadie puede hacerte creer o sentir algo que tú ya no te crees. Si te sientes de una manera y le añades un poco de salsa, arderá en llamas”, reconociendo que la depresión le llevó a no querer “ni salir de la cama”. Y se refirió a los pensamientos suicidas “cuando Brand (Russell) decidió terminar su matrimonio por mensaje” en 2012.
Protagonizar el medio tiempo del Super Bowl en 2015 también le supuso una crisis, porque no sabía qué hacer después. Estas situaciones, entre otras, la llevaron a tener un "momento Britney en 2007". "Cualquiera en un centro de atención tan intenso entiende que la cuerda floja se vuelve cada vez más y más estrecha, y que con una palabra o un mal funcionamiento de tu vestido, todo pueda explotar", remarcó.
Perry, quien actualmente está embarazada de su primer hijo, fruto de su relación con el actor Orlando Bloom, se encuentra de promoción por "Smile", el que será su quinto álbum de estudio, que se publica el 28 de agosto.
L.M