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Gerardo Romano rompió el silencio después de que la actriz Paula Di Chello lo acusó de haberla besado sin su conssentimiento y haberle mordido el labio fuera de libreto durante las grabaciones de Se dice amor, en 2005. El actor rechazó tajantemente las declaraciones y aseguró que la intérprete lo acusó por fama.
El actor habló con Intrusos en el Espectáculo (América) y negó la grave acusación de su colega. Aseguró que "No soy violín. No violaría por ética", y que aclaraba la situación para que sus hijos no tengan esa visión sobre él.
En diálogo con el periodista Alejandro Guatti, Romano dijo sobre el tema: “Me enteré de lo que dijo. Me parecen inexactas las cosas que plantea. No la conozco a la chica, o no la recuerdo... que es lo mismo. Ella dice dos cosas: que había una especie de acoso o de hostigamiento, que la corría por los pasillos. Yo me hice actor porque soy tímido, soy retraído. Además, me pesa decirlo, fui un tipo muy seductor, con mucha prensa, decían que era un sex symbol, cosas por el estilo. Yo no perseguí nunca a nadie por ningún pasillo, por personalidad y por cómo me iba. Me han perseguido, sí”, comenzó el protagonista del unipersonal Un judío común y corriente.
Sobre la escena que relató Di Chello, explicó: “Esa escena no tiene nada de ilícito. Yo hacía de un hijo de puta, un acosador violento, un violador. Y tenía que hacer eso. Hay uno que hace de bueno, uno que hace de malo. Yo hacía de malo. Que no haga interpretaciones”, contextualizó.
Y afirmó: “No soy un violín, no soy un violador, ni un acosador. Tengo 76 años, no tengo nada en el prontuario, en ningún lado, no tengo una denuncia de nada a lo largo de 50 años de carrera. No sé quién es esta chica, que busca fama y que no le ha ido muy bien, porque yo no la he visto trabajar en ningún lado. Además, me gustan las mujeres que me gustan. En general coinciden con un canon de belleza que ella no posee. Y además, porque tengo ética. No violaría por ética, porque sería avasallar los derechos de otra persona”, se defendió Romano.
Cuando el cronista de Intrusos le preguntó si janía pensado en iniciar acciones legales, el actor de El Marginal indicó: “No, porque no debe tener un mango. Y no voy a perder tiempo, con la edad que tengo y con lo que me queda en el carretel. No quiero que me pase como a Lito Cruz, ni como a Federico Luppi. Quiero que mis hijos tengan de mi la imagen que tienen”, contestó a la vez que mostró una fotro junto a sus dos hijos que tenía en una carpeta.. Y cerró: “Si consigue laburo con esto, bienvenido sea. Que le den una mano. Yo nunca tuve que calumniar a nadie gratuitamente. Además, ¿15 años después? ¿Qué síndrome es ese?”, concluyó.
De qué lo acusaron a Gerardo Romano
Entrevistada por el ciclo Mamás felices por UCL TELEVISIÓN (canal 567 Cablevisión Flow), cuando la conductora le preguntó si había tenido "algún tema" con Gerardo Romano, Paula Di Chello dijo: “Estábamos en la grabación de una novela de Quique Estevanez. Era uno de los primeros capítulos y yo hacía de la secretaria de un médico de una clínica trucha. En una de las escenas, en un pasillo, me pone contra la pared, me encaja un chupón, me muerde en la boca y me hace sangrar. Y eso no estaba en el libreto”, recordó.
"Lo tengo grabado. Muchas veces me dijeron que tendría que haber hecho la denuncia", advirtió. “Me empujó y me dijo: ‘sos una boluda’. Se ve que no reaccioné como él esperaba. Yo dejé que siguiese la escena porque como actor no podía parar. De hecho, esa escena se vio al aire y me contaron que en algunos programas él la pone como fondo con orgullo”.
Sobre si los productores hicieron algo al respecto, la actriz afirmó que no. “Algunos actores me dijeron Gerardo es así, pero qué se yo”. “Tal vez si él me hubiese dicho discúlpame, se me fue la mano, pero no lo volví a ver”, dijo. "Me seguía por los pasillos. Entraba a mi camarín, me sacaba el celular, me decía cualquier cosa. Me sacaba el teléfono cuando yo hablaba con mi mamá y le decía: ‘¡suegra!’”, relató Di Chello.
“No había necesidad de hacer que me salga sangre del labio. En esa época no se decía nada, era ‘tenés trabajo querida, cállate la boca’. Ahora no es así, las cosas cambiaron. Eso me hizo cambiar, me volqué mucho a trabajar con niños. Me encantaría volver a la actuación”, lamentó Di Chello.
Por último, reflexionó: “Hay una situación de poder. Él era un actor famoso y yo no. Vos te imaginás que si hacés alguna denuncia te van a sacar y no querés decirlo. Sino te cancelan. Sigue pasando”, aseguró la actriz, que al recordar aquella época acotó: “Ahora estoy intentando soltarlo y liberarme. Si lo viese le diría que es un agresivo y que no es profesional”. “Hay consecuencias, de alguna forma las va a tener“, cerró.
L.M
La Línea 144 brinda atención telefónica especializada a mujeres víctimas de violencia de género durante las 24 horas, los 365 días del año. Es anónima, gratuita y nacional.