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A pocos días de convertirse en mamá por primera vez, Stephanie Demner compartió un profundo y contundente mensaje en la red sobre lo difícil que fue aceptar los cambios que ha sufrido su cuerpo. Asimismo, se refirió a los comentarios hirientes que ha recibido.
"Últimas horas, días, semanas con este cuerpo que fue cambiando e increíblemente a lo largo de los meses no paró de sorprenderme. Tan sabio, tan preparado y a la vez tan difícil lo que hizo por mi. Cuidó lo más importante que tengo, supo pedirme exactamente lo que necesitaba y yo intenté escucharlo y adaptarme", comenzó Denmer en una publicación realizada en su cuenta de Instagram junto a un collage de fotos en blanco y negro que muestran su hermosa pancita de embarazada.
Y continuó: "¿Fue fácil? No. Recibí comentarios súper lindos y también algunos bastante hirientes. Siendo modelo desde tan chica y condicionada desde mi adolescencia a no poder pesar más de tantos kilos fue muy duro ver en cada control y todas las semanas cómo el número en balanza no paraba de subir. Y volví a entender que no es más que un número y que lo importante es la salud que SÍ tengo...", expresó.
"Si bien hace años el peso dejó de preocuparme porque tuve que ocuparme de mi salud, fue todo un desafío aceptar este nuevo cuerpo y sentirme cómoda. Estoy fuerte. Sana. Y esperando lo mejor de mi vida", dijo.
"Condicionada desde mi adolescencia a no poder pesar más de tantos kilos fue muy duro ver cómo el número en balanza no paraba de subir"
"¿Por qué escribo esto? Porque hay muchos de ustedes sufriendo del otro lado por la imagen que se refleja en el espejo, comparándose o criticando al de al lado. En vez de perder el tiempo, hay que usarlo para agradecer lo mucho que nuestro cuerpo hace por nosotros. Cuídense, quiéranse y acéptense. Siempre", concluyó.
Qué pasó con Stephanie Demner
Semanas atrás, Stephanie Demner brindó un mensaje de reflexión luego de que una seguidora de Instagram le enviará un mensaje criticándola por error.
La influencer subió una historia luciendo su panza y un usuario se la respondió con un mensaje que, aparentemente, iba dirigido a otra persona: “Estás diez veces mejor que ella. Mil, me quedé corta. Mirá la panza que tiene y la cara ya de costado se le nota re hinchada”. Sin ignorar la oportunidad, ella le contestó: “Me lo mandaste a mí. Te aviso como para que se lo mandes a la persona correcta”.
"Vi este mensaje. Y me hizo mucho ruido. Claramente no me lo quiso mandar a mí, sino a la amiga y un error lo tiene cualquiera. No quiso ni bardearme ni hacerme sentir mal, simplemente fue una equivocación. Pensando en por qué me estaba haciendo tanto ruido su mensaje, entendí que era lo que me molestaba. La comparación constante entre nosotras. Tenemos que aprender que la comparación no construye, no suma y, sobre todo, que si no nos piden opinión, no tenemos por qué darla. La comparación y opiniones que no nos piden destruyen. Así de claro. Estamos todos en constante aprendizaje, pero mi consejo es que sigamos sumando. Siempre”, concluyó.
N.C