martes 23 de abril del 2024
DESTACADA 29-09-2020 18:20

Juan Pablo Ledo: "El arte también es política"

Aborto, Dios, política, y estado del arte, fueron algunos de los temas que abordó el primer bailarín del teatro Colón, en una charla virtual que mantuvo con los alumnos de primer año de la Escuela de Comunicación Perfil *. Galería de fotosGalería de fotos

Juan Pablo Ledo nació el 7 de diciembre de 1981 y se crió en de Villa Adelina. Estudió con Wasil Tupin y Lucía Wurst y luego ingresó al ISATC. Integró el Ballet Argentino de Julio Bocca y el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. En 2004 se incorporó al Ballet Estable del Teatro Colón. Elegido primer bailarín, protagonizó obras como El cascanueces, Manon, Oneguin, La Sylphide y Don Quijote. En 2009 fue elegido por Christopher Wheeldon como primer bailarín en una gira por Nueva York, Londres y Amsterdam. Participó en la Gala por el 75 Aniversario del Ballet del SODRE. Fue nominado al Premio Benois de La Danse 2014 como Mejor Bailarín. En 2015 bailó con Paloma Herrera en Argentina, países limítrofes y en el New York Youth America Grand Prix 2015.

Cuando Juan Pablo tenía diez años asistía a una iglesia cristiana. Por aquellos años tuvo su primera experiencia mística con Dios. “Estábamos en plena alabanza y adoración, yo había sentido en ese momento algo que se encendió dentro de mí. Fue como un fuego fulminante que me consumía por dentro. No sabía qué me estaba pasando, pero, era algo fuerte que me abrazó de adentro hacia afuera, así que empecé a tomar mucha temperatura. El cuello, el pecho, la cara, los cachetes, las orejas. Estaba hirviendo y comencé a llorar, porque había algo que me completaba, y sentir eso, siendo un niño, era fuerte”, relata .

Este suceso fue frecuente durante su niñez, dándole a entender que el mundo espiritual es tan real como el material. “Sentí que había otro mundo que me estaba abrazando y me estaba dando la bienvenida. Fue como una marca personal, sentí que Dios me iba a acompañar, desde ahí hasta el día de hoy”, afirmó.

- ¿Cómo compatibilizas el ambiente artístico con la fe?

-Es un tema fuerte, yo siempre digo lo mismo creo que en cualquier ámbito natural lo más lindo es que uno pueda reconocer la importancia de la familia como sostén, no solo humano, de afecto, sino también espiritual. Mi familia es creyente y hasta el día de hoy recuerdo que, ante cualquier circunstancia compleja que me haya tocado pasar, siempre estaba el consejo humano pero también el consejo en oración. Todo lo que nos sucedía lo poníamos bajo oración. 

-¿Y cómo manejas el tema de las tentaciones en un ambiente tan propenso a ellas?

-Tentaciones vivimos en todos los lugares. Están en todo orden de la vida, pero, voy a citar al apóstol Pablo, que era un predicador del Nuevo Testamento: “todo me es lícito, pero no todo me conviene”. Obviamente que todo es lícito, pero al fin y al cabo tenemos que darnos cuenta qué es lo que conviene. Qué decisiones, qué amistades. Después el tema de la fe y cómo uno lleva adelante situaciones difíciles yo cada vez lo aprendo más. Y lo estoy aprendiendo ahora; el temor a Dios es fundamental. Cuando digo temor, no es temor de miedo, tiene que ver con el respeto, con saber que Dios todo lo ve y todo lo conoce.

-¿A los 13 años descubriste las miserias el baile? 

-La danza era como un hobby, no un deber, pero a los trece años descubrí un mundo diferente. Este mundo del ballet que era mucho más profundo, más real, donde había competencia, y a veces ves o percibir cosas que no son ideales. Entonces ahí, se ven estas miserias humanas como el egoísmo, los celos, la competencia mala, que es propia del ser humano. Pero también se ven las virtudes, gente muy noble, muy entregada y comprometida con lo que hace. Me encontré con un poco de todo. 

Juan Pablo Ledo

Juan Pablo tuvo interés por la política desde chico. Con un abuelo que fue dirigente radical, durante las mesas familiares el tema siempre estuvo presente. “Desde mis nueve años recuerdo que era muy cotidiano hablar de política en casa. Los dos mandatos de (Carlos) Menem los tengo muy presentes, sabía quiénes eran los ministros, lo que pasaba en la economía”. También recuerda los ciclos que veían en su hogar. “Mirábamos los programas típicos de Mariano Grondona y Bernardo Neustadt, que eran los programas más vistos en aquel tiempo, o inclusive ‘Almorzando con Mirtha Legrand’, que a veces era político por los invitados. Nos sentábamos a mirar la televisión y a conversar sobre política”. 

Consultado sobre la relación de la política y el arte Ledo confiesa: “hoy en día miro la política de otra manera. El arte también es política, lastimosamente. Uno dice ‘el arte es para todos’ pero no es así. Estamos marcados por cambios bruscos de gobierno. Cada cuatro años hay cambios, no solamente en la ciudad sino a nivel nacional, y eso afecta a los ámbitos de dirección, a la cúpula del Teatro Colón, por ejemplo. Uno planifica una, dos o tres temporadas y después de cuatro años cambia el gobierno, o cambia un ministro, hay modificaciones, y eso altera el proyecto“. 

El artista opina que “trabajar en proyectos a largo plazo nos ayuda a tener un inicio y ponerse etapas de cumplimiento. Cuando uno trabaja a corto plazo lo hace para algo en específico. Pero sabemos que en la educación y el arte se necesita un proceso de años de dedicación y ese proceso a veces está, sobre todo en Argentina, paralizado por estos cambios políticos ”. finaliza.

-¿Alguna vez sentiste que la política te truncó algún proyecto?

-He producido muchos espectáculos desde los 25 años. Trabajo con gente, he convocado a artistas de diferentes lugares para hacer espectáculos en Buenos Aires y en diferentes provincias. Cuando fui al exterior hubo momentos en los que el Estado podría haber ayudado. El arte tiene que ser para todos, es una materia obligatoria para el ser humano. El arte es salud, transforma la conciencia, sensibiliza. Y siento que el Estado estuvo ausente por la burocracia misma.

Juan Pablo LedoLa visión que el bailarín tiene sobre el rol del Estado se vuelve crítica cuando afirma que “hay que romper las propias estructuras que nosotros armamos. A veces el Estado pierde dinamismo y se necesita una vuelta de timón. Eso no se está haciendo. Yo sé que el Teatro Colón en estos años ha tenido cambios importantes, bruscos, yo lo he vivido en espectáculos privados, en cosas que se han podido hacer y cosas que se hicieron a medias.

-¿Qué harías si fueses Ministro de Cultura?

-Los cambios que haría son muchos. El Estado tendría que estar mucho más presente, no simplemente para brindar espectáculos abiertos, sino también para armar equipos logísticos, preparar y dar lugar a artistas jóvenes, gente que es revolucionaria en lo que hacen, darles contención, porque el artista sin contención es muy difícil que subsista. Esto lo digo porque lo viví en carne propia. Si yo no tuviera un Colón que me diera envergadura, donde cada uno hace su tarea y cumple su función, sería imposible. 

-¿Qué cambios inmediatos harías?

-Falta que la gente de arriba tenga un contacto más humano, más cercano. Yo estaría más pendiente de lo que le sucede al artista. Los sentaría en una mesa para que presenten proyectos, escucharlos, ver cómo se puede ayudar, que produzcan revoluciones y cambios en el barrio, tener la chance de que cada artista pueda sentarse en una mesa con los directivos, no con la secretaria. Hay que sensibilizar más el oído y dejar de cumplir un horario. Se necesita una estructura con reuniones políticas, estar más cerca de la gente, que el artista se sienta protagonista y valorado.

-¿Cuál es tu postura frente al aborto? 

- Como persona de fe, creo en la vida, creo en lo que dice el Salmo 139: “mi embrión vieron tus ojos”. Claramente Dios nos formó en el vientre de nuestra madre, ya nos había escogido, puesto un nombre, nos había dado una identidad, y el propósito de que viniéramos al mundo. Estoy a favor de ese niño, que no es que está por nacer, sino que ya nació desde el momento que se concibió.

-¿Cómo se armó la compañía Tacón, Punta y Traspié junto a tus hermanas Gretel y Belén?

-Al comienzo se llamaba El Baile de Cámara y Compañía. Llegamos a hacer una audición para muchos bailarines de todo el país en la Secretaría de Cultura de Nación. Fue un proceso de crecimiento, yo lo hacía desde el lugar artístico y mis hermanas, desde la parte organizativa. Nos permitió llevar espectáculos a China, Chile, y Brasil además de la Argentina. 

-¿Qué proyecto estaban encarando antes de que se decrete la cuarentena?

-Lo último que estábamos por preparar era para El Anfiteatro Eva Perón, donde íbamos a realizar dos funciones. Habíamos convocado a más de 40 artistas, empezamos con un sueño de a poquito y terminó siendo gigantesco. Íbamos a tener un quinteto de músicos de tango en vivo; un concierto de piano homenajeando a Beethoven a 150 años de su nacimiento, además de hacer una pieza “La sonata número 8 - La Patética-”. 

¿Cuál es tu mayor sueño? 

-Que el plan de Dios se siga cumpliendo en mi vida, es mi propósito. Creo que  ya estoy en el intento de ese proceso, en ese camino, y el sueño tiene que ver con que esté bendiciendo a otros. Después hay anhelos personales, familia, hijos y un montón de otros temas. 

Por último uno de los alumnos realizó el siguiente ping pong de preguntas: 

- ¿El mejor lugar para bailar? 

-El Teatro Colón. 

 -¿El peor? 

-Los teatros italianos muy antiguos por su pendiente.

- ¿Un país para bailar? 

-Argentina, soy muy argentino. 

- ¿Una compañera de baile? 

-Karina Olmedo, con ella compartí los mejores momentos. 

- Alberto Fernández. 

-Me sorprendió que fuera presidente, hace dos años nadie se lo imaginaba. Es un hombre formado en lo político. Tiene respuesta para todo, es distinto a otros, sobretodo porque es docente, y tal vez desde la docencia cuando da los discursos parece que está enseñando, eso me da mucha gracia. Tiene recursos para hacer las cosas bien, obviamente está en él y en su equipo no llevarnos a la ruina total. Ya estamos en una ruina importante. 

- Cristina Fernández de Kirchner. 

-Por ella sentía admiración por su capacidad formativa, la manera de cómo maneja los tiempos discursivos. Es una mujer que en la época del menemismo, también de De La Rúa y demás, ha hecho cosas muy positivas para el país como senadora. Ahora, en todo lo que tenga que ver con las denuncias, no me voy a meter en ese ámbito y tampoco lo defendería; como digo siempre: somos débiles y cometemos errores siempre. Cristina es una mujer que ha podido sobrellevar, no sólo el mandato de su marido, acompañándolo, sino los dos mandatos que siguieron. Es una persona muy capaz, una de las mayores personas para hacer política en estos últimos años. 

- Una fecha de retiro de la danza. 

-No, no pienso en el retiro. Eso depende del tipo de obligación que te toca hacer, por ejemplo tener un rol fuerte físicamente. El cuerpo no te va a dar lo mismo a los 50 que a los 40 o a los 30, la edad biológica es diferente en cada uno. Lo único que sabemos nosotros es que nos podemos jubilar a los 60 o 65 años. 

- Complete la frase, la sociedad argentina es... 

-La sociedad argentina tiene muchas aristas; es egoísta, es competitiva, muy discriminadora y solidaria. Es generosa en algunos ámbitos y es poco generosa en otros, Es muy difícil de resumir, la sociedad es muy dura de influenciar, no digo que sea terca, pero con tanta cultura e influencia anterior, toma una estructura en la que es difícil hacer un cambio profundo. 

*Entrevista realizada por los alumnos: Juana Alonso, Melody Blanco, Pablo Canales, Gabriela Egas, Sara González, Nicolás González, Agustín Guardis, Virginia Iceta, Esteban Larosa, Mariana Rios, Mariana Salcedo, Coromoto Torres, Jose Tevez, Sofía Vázquez, Yanina Roldán

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