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Se define como un ser humano apasionado y presenta una visión muy clara de sus objetivos. Con la energía arrolladora que lo caracteriza, Gabriel Corrado se prepara para volver a conducir y en diálogo exclusivo con Exitoína, el actor reveló cómo vive la previa de Mañanas públicas, el nuevo magazine que se emitirá por la Televisión Pública de lunes a viernes de 10:00 a 12:00 horas y que llevará adelante junto a Mariela Fernández y un gran equipo.
-Imagino que estás viviendo la previa al programa con muchas expectativas.
-Sí. Estamos con promos y ensayo general, así que preparándonos porque es un programa de dos horas y es importante tener todo lo más aceitado posible, aunque con el correr del ciclo se van a ir puliendo cosas en cada área.
-Teniendo en cuenta el formato innovador del programa, en el que tienen como base la emisión de tutoriales de diversas temáticas, ¿qué necesidad identificaron en la audiencia para armar un programa de esas características?
-Tuvo que ver con lo que pasó estos meses que llevamos de pandemia. Los grandes ganadores en medio de esta situación fueron las empresas de tecnología como Amazon, Netflix, Mercado Libre y las redes sociales, que multiplicaron mucho sus visitas y su caudal. Por eso, la idea que tuvo el canal respecto a los tutoriales se relaciona con que la gente se puso aprender cosas insólitas sobre lo que habitualmente hacía; por ejemplo, el que iba a la peluquería y se quedó muchos meses sin eso, aprendió a través de videos a cortarse el pelo o a cocinar, entre otras actividades. La tecnología fue una gran aliada para la gente en estos tiempos y lo es hace un montón. El programa está inspirado en lo que está pasando, está muy sujeto a la actualidad.
-Y con el empuje final que nos dio la pandemia a la inserción en la era digital, ¿vos te considerás un autodidacta que puede aprender bajo esa modalidad o necesitás la presencialidad?
-No, cero, de hecho estoy tomando clases online de inglés para perfeccionarlo desde que empezó la pandemia, como también de dirección de orquesta. Me resultó muy cómodo y me adapté perfectamente. Doy fe de que se puede aprender de esta forma, no importa la edad que tengas.
-¿Cómo te ves nuevamente en la conducción y con este proyecto?
-Es un desafío, se hace camino al andar y tendremos que ir aprendiendo a hacerlo. Pero mis años con la televisión y mi vínculo con el medio, me sirve para poder encarar esto. En España y acá conduje entretenimiento y me ayuda, pero desde ya no me las sé todas y voy a ir aprendiendo.
Los cambios culturales y la televisión, claves en la vida de Gabriel Corrado
-La pandemia trajo varias modificaciones en los medios, y además, en los últimos años hubo grandes transformaciones sociales y culturales. ¿Cómo te resulta hoy hacer televisión con tantos cambios?
-Creo que hay mayor libertad para poder hablar, decir, expresar. La televisión está acompañando esta evolución que van empujando los medios tecnológicos que hoy le dan voz a un montón de gente que antes era anónima.
Yo desde muy chico soy inquieto, curioso y amo aprender, es lo que me hace feliz y no creo que me las sé todas. Las personas que se quedan aferradas a los modelos analógicos son las que quedan fuera del sistema. Este es el punto. Hoy es clave ser humildes y aprender. Pero bueno, también están los detractores.
-Desde ese punto, ¿cómo te llevás con las redes sociales, teniendo en cuenta la cantidad de haters que hay?
-Hay gente que se zarpa mal y esa también queda fuera del sistema. Son personas que se esconden detrás de un lugar digital para criticar y hacer mierda a todos y no va por ahí. Twitter, aunque lo use menos que Instagram, se transformó en un lugar muy hostil, pese a que es una red que desde las noticias aporta un montón. Pero bueno, algunos son máquinas, no paran. Igual creo que hay que convivir con eso y no dejarse llevar ni amargarse.
-Sin dudas, la fortaleza también viene del crecimiento y hoy mirando en retrospectiva tu carrera, ¿qué le dirías a tu yo del pasado?
-Que siga manteniendo la pasión y el amor por lo que eligió que es esta profesión que quise y soñé siempre desde chico.
-¿Siempre supiste lo que querías o tuviste un plan B?
- Creo que siempre hay plan B. No me fue fácil, no había nadie de mi familia que se dedicara a esto, estudié medicina de hecho y hubo momentos donde estaba haciendo cosas de descarte, pero todo eso me ayudó a tener más conocimiento. Aprendí de todo en la facultad pero no era lo que yo quería hacer, yo quería ser actor. Cuando tenés una pasión desde muy chico y logras vivir de eso, es fantástico, porque te levantás contento, con ganas y mucho más feliz.
-De tu trayectoria, ¿recordás algún episodio tenso, incómodo o alguna situación que te gustaría no repetir?
Mirá, tuve diferencias de criterio en abordajes de escenas, pero siempre que sucedió algo lo hablé. Yo soy muy frontal, cuando hay un problema trato de resolverlo y plantearlo. Resigné muchas veces el “tener la razón” porque no creo saber todo. Es clave no guardarse nada y decir de alguna manera, con amabilidad y respeto, lo que no te gusta. Nunca cae mal si lo decís bien. Esto marca la diferencia, esto es lo que te hace separarte de los demás.
Gabriel Corrado cuenta su verdad sobre el supuesto acoso a Romina Yan
-Es así, hay que hablar todo… y a raíz de esto, remontándonos para atrás en la línea del tiempo, te pregunto por aquella declaración de Romina Yan en el año 2000 en donde habló con Guido Kaczka de un acoso de tu parte en Chiquititas. ¿Cómo lo tomaste?
-Yo no sentí nunca que eso haya pasado, para nada. No sé qué sintió ella en su momento. Yo me enteré de esto hace dos años. En la época que sus declaraciones salieron, yo estaba viviendo en España filmando una serie que se llamaba Meditarráneo y nunca me enteré. Si yo me hubiera notificado en ese mismo momento, obvio que hubiera hablado con Romi.
Además trabajé mucho después de esa novela y si yo hubiera hecho algo así hubiera desaparecido de la televisión, porque trabajé con ella pero también laburé mucho con su padre. Si hubiese sido así, no tenía problema de pedir disculpas. Esto por mi parte no sucedió y cuando hace dos años saltó me sorprendió, porque antes nunca nadie me lo había dicho y no estábamos por entonces con los tiempos reales que dan las redes sociales. Está bueno poder aclararlo porque si no de cosas que no son se hace un mundo y no hay que tapar nada. Soy súper respetuoso del otro e incluso seguí trabajando mucho con Gustavo Yankelevich y me he visto con Romina y el marido mucho después del 2000. Gustavo nos decía que teníamos que festejar por lo bien que nos había ido y bueno, la verdad es que no deja de dolerme cuando hay alguna injusticia que está relacionada conmigo.
Riviera, la serie inglesa con Gabriel Corrado: "Miré discursos de Donald Trump"
-¿Cuál fue tu proceso para armar a Víctor, el Jefe de Gobierno de Buenos Aires, en la tercera temporada de la serie Riviera?
-Me llegó la propuesta en 2019 por mi representante. Estaban haciendo un casting desde Inglaterra, habían pedido por varios actores y entre ellos estaba yo para hacer ese rol, y me dijeron que había que actuar en inglés y en castellano. Tremendo desafío.
-¿Manejás bien el inglés?
-Yo entiendo, cuando viajo me manejo bien y puedo mantener una reunión de trabajo; pero la verdad es que para esto me tuve que preparar bien, porque es muy difícil actuar en otro idioma. Mientras uno actúa acciona, piensa, siente, no somos loros repetidores de letra. Tuve que entrenarme mucho, me ayudó mi hija más chica que estudia teatro hace mucho tiempo y es actriz, es la única de mis hijos que siguió mis pasos. Ella fue la que me contuvo, me transmitió confianza y la contraté después como mi coach.
Al mes de haber hecho el casting me avisaron que me habían elegido para este tremendo personaje que es el antagonista en la tercera temporada y fue fantástico. Entré en el mercado anglosajón que yo todavía no lo había logrado, gran salto y muy interesante el desafío. Quedé muy conforme con el resultado.
-Vos ya filmaste en España, Italia, ahora en Inglaterra y acá en Argentina desde tus comienzos. ¿En qué país te sentiste más cómodo a la hora de grabar?
-Mmm... creo que tiene que ver con el equipo que te toque. Yo en España me sentí muy bien, trabajé muchos años allí y viví; pero bueno, uno puede pensar que una producción inglesa puede ser “más fría” y al contrario. De hecho, yo llegué a París para encontrarme con la directora de vestuario y elegir la ropa de mi personaje y pensé que me iba a dar la mano, que en Europa se acostumbra mucho eso, y no, me dio un abrazo. Parecía más italiana que inglesa.
Fue fantástico como me inserté en esos métodos de ellos que son más exigidos porque son muchos más días para cada capítulo, me sentí muy querido. El mundo del espectáculo es un mundo muy cálido. Cuando vos salís a la cancha te exponés de una forma increíble y de eso se trata.
Un viaje hacia adentro: ¿Cómo es Gabriel Corrado fuera de sus personajes?
-Considero que pese a que todos podamos tener bases comunes, cada persona tiene algo que lo hace único y lo identifica en todos lados a donde va. ¿Cuál es tu marca diferencial?
-Creo que tiene que ver con la transparencia, la honestidad y la pasión, principalmente. Son varias cosas que a uno lo definen. Trato siempre de ser sincero conmigo, elegir lo que quiero hacer, pero en sí intento nunca perder el fuego interno a la hora de enfrentar la vida. La vida es para valientes, no para cobardes. Y esta profesión es muy riesgosa, tiene muchos altibajos y hay que ser muy fuerte para bancarse los frentes que tiene, principalmente el de las críticas.
-Pese a tu extensa trayectoria, imagino que la sensación de "mariposas en la panza" al estar por salir a escena o grabar sigue estando. ¿Cómo vivís esa sensación de adrenalina?
-La siento siempre. Desde el minuto que me llaman para convocarme a un proyecto me agarran nervios, pero de esos lindos. Lo mismo hacer un casting, es lo mejor que te puede pasar porque vos te demostrás a vos mismo que podés o que no y peleas tu lugar para un personaje con otros que lo están compitiendo. Nunca hay que perder esa “mariposa” del primer día y por supuesto siempre es lindo el cariño de la gente, el público, en definitiva, es el que te levanta el dedo o te lo baja. Uno tiene que buscar renacer en esta profesión, porque uno vive interpretando distintos roles. Ahora el conducir un programa es como un renacer, porque de alguna forma es construir un personaje para llevar un ciclo adelante.
-¿Sentís que tu profesión de actor le da herramientas al conductor para salir adelante?
-Absolutamente, te da cintura para poder salir de cualquier situación y aparte es muy lindo por el hecho de tirar buena onda a la gente y acompañar a las personas que están solas, mal o tristes y tirarles buena onda a la mañana para que arranquen bien el día, es lo más interesante.
-El aislamiento nos dejó frente a frente con nosotros mismos ante tantos cambios y creo que a todos se nos volvieron más visibles los “defectos” por la necesidad de reinvención constante. ¿Cuáles son los puntos débiles que identificás hoy en vos?
-Soy una persona con muchos errores y hace rato que los vengo trabajando, por eso hago psicoanálisis. Un actor de base tiene que tratar de conocerse mucho en sus emociones para su trabajo, pero además de eso hago análisis desde hace muchos años y durante la pandemia lo seguí haciendo de forma online y todas esas cuestiones te van ayudando a ser mejor persona.
-Creo que nada nos identifica más que aquello en lo que depositamos nuestra fe. ¿Vós en qué crees?
-En Dios, en mí, en mis padres y la gente que no está, pero que a la vez sí lo está de alguna manera. Mi papá ya hace dos años que nos dejó, pero me siento muy conectado a él, lo siento muy presente. Papá siempre fue para mí un gran héroe, un referente. No importa la edad que tengas, el día que se mueren tus papás es un dolor muy grande, pero si los sentís cerca de alguna forma, eso te contiene ese dolor.
-¿Se te manifestó de alguna manera?
No, pero sí siento su presencia. Digamos, sé que está, pero no es que se mueve algo y ya lo vinculo a él. Siento perfumes determinados o veo determinadas cosas que a él le gustaban mucho y eso es lo que me hace sentir de alguna forma que él está. Esta bueno aferrarse a ciertas cosas porque te hacen sentir bien, es feo sentirse sin padres. La orfandad es muy jodida. Uno siente que cuando muere un ser querido, uno también muere de alguna forma. Creo en la vida después de la vida y además de todo esto, creo en mí. Es necesario para poder madurar y crecer todos los días un poco y en esta profesión tenés que creer mucho en vos, es la forma de avanzar. Si lo lográs, sos imparable.
A.A