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El cantante de cumbia villera Rubén Darío Castiñeiras, popularmente conocido como “El Pepo”, continuará detenido, pero dejará de estar en la comisaría 1era de Chascomus para ser recluido en cárcel común, ya que la Justicia de Garantías de Dolores dictó que debe cumplir prisión preventiva.
El artista, que el día 20 de julio protagonizó un accidente automovilístico que le costó la vida a dos de sus allegados -Ignacio Abosalleh, uno de sus productores; y Nicolás Carabajal, trompetista de su banda- cuando volcó la camioneta que manejaba a la altura del kilómetro 8,5 de la ruta 63, está acusado de homicidios culposos agravados, y las pericias toxicológicas que le realizaron en la Superintendencia de Policía Científica de la provincia de Buenos Aires otorgaron un resultado positivo en marihuana y cocaína, mientras que los análisis de sangre determinaron que el músico tenía 0.5% de nivel de alcohol en sangre.
Sin embargo, según consignó el diario La Nación, Verónica Raggio, la fiscal de la causa, consideró que Castiñeiras intentó entorpecer la investigación del caso al haberse negado en su momento a aportar las muestras de orina y sangre necesarias para hacer esos estudios, y ese es el motivo por el cual decidió que espere la resolución de su situación legal detrás de las rejas.
De esta manera, “El Pepo” volverá a la cárcel, institución por la cual ya pasó en dos ocasiones previamente. La primera fue entre los años 2008 y 2011, y la segunda entre 2012 y 2014, ambas por robo a mano armada, que según explicó él mismo cuando quedó libre y retomó su carrera artística, fue para obtener dinero que le facilite conseguir drogas. Hace cinco años, cuando el intérprete de grandes éxitos de la cumbia villera como Berretines de verduga, Yo te voy a hacer feliz, Empanada con flecos y Culo pa’ 2 tangas, entre otras canciones, recuperó la libertad, había asegurado estar limpio, pero los análisis a los que finalmente se sometió confirmaron que sufrió una recaída, algo que los familiares de Carabajal denunciaron tras el accidente, afirmando que el trompetista fallecido les comentó que Castiñeiras había vuelto a consumir mucho tiempo antes que suceda la tragedia.
L.L.
