Compartí esta nota
Ángel de Brito se enfureció durante la última emisión de su programa, Los Ángeles de la Mañana (El Trece). En esta oportunidad, el motivo que llevó al periodista a perder los estribos fue la conducta de sus compañeras de trabajo. Ocurre que, en pleno debate sobre el escándalo que rodea a Luciana Salazar y Martín Redrado, las angelitas hablaron al mismo tiempo e impidieron que el periodista pudiera cerrar una idea. El resultado del enojo fueron insultos y malas palabras.
Lo cierto es que el exjurado del Bailando (El Trece) fue dando indicios de que su paciencia se estaba agotando. En ese sentido, mientras las panelistas Pía Shaw, Andrea Taboada , Mariana Brey, Yanina Latorre, Cinthia Fernández y Nancy Duré analizaban una entrevista que dio Lulipop a Revista Hola, el periodista intentó expresar un pensamiento.
“En los últimos años...”, señaló el comunicador con ánimos de comentar lo que había sucedido entre la mediática y el político. Como advirtió que no lograría explicarse, procuró poner límites a sus colegas. “Shhhhhh, por favor”, suplicó.
En ese contexto, se generó un breve silencio y el presentador pudo continuar con su frase inicial. “Había un pacto que los dos firmaron voluntariamente”, indicó en relación con el acuerdo suscripto por la mamá de Matilda y el expresidente del Banco Central de la Nación. Pero, de todos modos, ese espacio para aportar la información que manejaba, no duró por mucho tiempo.
Ocurre que, en esa circunstancia, el equipo de mujeres que integra el magazine matutino volvió a interrumpir al conductor. En consecuencia, una vez más, Ángel de Brito tuvo que levantar la voz para demostrar que quería participar y hacer un comentario.
Qué dijo Ángel de Brito
Al parecer, el expresentador del Cantando (El Trece) no obtuvo la respuesta que esperaba por parte de sus compañeras y aquello lo condujo hacia el hartazgo. “¿¡Pero puedo terminar de hablar una put… vez en la vida?!”, exclamó con énfasis el comunicador. Para arrojar un poco de simpatía a la situación y calmar las aguas, desde la producción emitieron el típico sonido de “pip”, para tapar el insulto. Entre risas y un dejo de molestia, el conductor concluyó: “¡El pip es al pedo!”.
S.G.