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Sebastián Estevanez hizo un repaso de su vida en el que mencionó su mala conducta durante su período escolar. Además, contó qué siente cuando en las redes sociales lo tildan de “mal actor”.
En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, Sebastián Estevanez fue consultado sobre los comentarios que abundan en las redes sociales donde critican constantemente su labor actoral. "A mí eso no me duele para nada", arrancó diciendo el actor que interpretó a Miguel en Separadas.
Y continuó: "Tampoco es lindo y tampoco es que no me importa, el resultado final para mí es la calle, no las redes, cuando vas a un lugar y sentís que la gente te quiere, es lo mejor y si te quieren tus compañeros mejor, ya está. Hay derecho a que algo no les guste, seguramente hay muchos actores mejor que yo". "Todos los trabajos que hice, los hice con el corazón en la mano. Pensás que actúo mal está perfecto, y te doy un abrazo”, sintetizó.
"A mí eso no me duele para nada. El resultado final para mí es la calle, no las redes"
Por otro lado, recordó momentos de su adolescencia en plena rebeldía. “En la secundaria me echaron de cinco colegios, me costaba mucho prestar atención. Era como que necesitaba hacer mucho deporte y estar sentado me aburría. Me agarré a piñas varias veces, era bastante justiciero si veía que alguno en el colegio más grande molestaba a alguno más chico. Tenía la pelea bastante fácil. Y además de eso me llevaba muchas materias, me llegué a llevar once, nunca repetía, estudiaba y rendía todas”, agregó en nota con Catalina Dlugi en Agarrate Catalina.
“Lo peor que hice es estar en una terraza del colegio y había una cubierta de auto y la tiré a la calle. Ahí tomé conciencia de que podía haber lastimado a alguien. En el colegio tenía un aula que daba a la calle, y tenía una ventana al lado, estaba en cuarto año, me dieron ganas de escupir, giro la cabeza y escupo y veo que viene caminando una persona de sexo femenino y veo que el escupitajo vuela y se le pega en la cara, me mira, la miro y le digo: 'Le juro por Dios que fue sin querer' y me dijo 'ya venga a dirección' y era la directora del colegio”.
Luego, el actor recordó el grave accidente automovilístico que sufrió en Punta del Este en 1997, que lo tuvo 14 días internado en coma. "Sentía que me iba y no me quería ir. Me quería quedar y seguir viviendo, quería estar con mi familia. Parte de que siga viviendo era que me desenchufen de una máquina y me tenían que poner una mascarita para respirar, pero no pude”.
Asimismo, habló de que su padre, el productor Quique Estevanez, quien tuvo que elegir entre tres antibióticos para matar una bacteria. “Había tres tipos de antibióticos, y uno de esos tres tenía que matar a los bichitos. Y un médico le dijo a mi viejo que me estaba jugando la vida. Mi viejo se jugó por el primer antibiótico y le pegó”.
L.M